El Alardo de los Moros y Cristianos de Alcoy, por la gran cantidad de pólvora y su trascendencia de cara al exterior, se va a convertir en una prueba de fuego, y nunca mejor dicho, para el nuevo y polémico reglamento de explosivos. La Asociación de San Jorge, con el apoyo del Ayuntamiento, tendrá que velar por que todo el proceso, desde el reparto hasta el propio acto, se desarrolle con normalidad. Pero el Gobierno también tendrá que estar vigilante, y no sólo para que se cumpla la normativa, sino para plantearse asimismo la introducción de los cambios que resulten necesarios en beneficio tanto de la seguridad como de las propias Fiestas.