Apreciado D. Eleuterio Maisonnave:

Hace casi un año que no me he dirigido a Vd. para comentarle qué pasa en esta su ciudad y en este su país.

Si nos referimos al plano político, recientemente hemos contemplado un doble cambio y eso que no ha habido elecciones. Así, el anterior alcalde de Alicante, que andaba en pleitos con la justicia, presentó su dimisión y a la hora de elegir al nuevo -en este caso a la nueva- una concejala de Podemos, que andaba enfrentada - y marginada- con su partido votó en blanco y, así, perdimos la oportunidad de tener la segunda alcaldesa en la historia de nuestra ciudad; en consecuencia salió nombrado un alcalde del PP, porque había sido la lista más votada en las elecciones.

En cuanto a la política nacional, el cambio ha sido al revés y aprovechando una sentencia por corrupción ?algo así como aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid? se montó un espectáculo fenomenal en el Congreso y en el plazo de tres días se pusieron de acuerdo todos los partidos, excepto el PP y Ciudadanos, y Pedro Sánchez ha resultado elegido como Presidente del Gobierno y ya reside en La Moncloa; decimos que reside porque lo de gobernar todavía no lo hemos visto y porque parlamentariamente ha pactado con un chiripero de partidos, que nos hace recordar al caso del Dr. Caldera en el último gobierno democrático de Venezuela.

En este periodo también han ocurrido una serie de eventos, a lo largo del mes de septiembre de 2017, que terminaron con la proclamación ?o no? de una República Independiente de Cataluña. En realidad la República la proclamó un tal Puigdemont, un tipo del talante de "Antoñete" el de la insurrección del Cantón de Murcia con el que a Vd. le toco pelear en su época de ministro de la I República, recurriendo a las tropas del General Arsenio Martínez de Campos. Ahora no estamos, por suerte, en tiempos en que los problemas se resuelvían con los militares y, ante la alteración producida con las desobediencias a la Constitución, se ha aplicado el Articulo 155, que permite la intervención del Gobierno en las instituciones de la Generalitat Catalana, hecho que se produjo en modo "light" pues dejaron la Radio Televisión Catalana en manos de los sediciosos. En este proceso, también ha habido algunos autos de prisión por rebelión, sedición y/o malversación, con imputados que se encuentran en prisión provisional. Sin embargo se les escapó Puigdemont que sigue dándose paseos y dando charlas en las Universidades de Alemania, mientras que los jueces de este país deciden si lo entregan a la justicia española.

Refiriéndonos al cambio de Gobierno en Madrid, D. Mariano Rajoy presentó su renuncia de su escaño en el Congreso y de su cargo de Presidente del Partido Popular, incorporándose a su puesto de trabajo, del que estaba excedente, de Registrador de la Propiedad de Santa Pola. Todo un ejemplo para la casta política, compuesta en su mayoría por ciudadanos cuyo su mejor salario posible es el que perciben de un cargo político o, en su caso, de la suerte de las puertas giratorias.

Lo cierto es que al alcalde de Alicante le queda menos de un año para hacer una gestión merecedora de alguna recompensa electoral, aunque los tiempos que se avecinan en su partido, que está en proceso de elección de nueva lideresa o nuevo líder, no parecen muy halagüeños; como dice un amigo mío muchos abogados del Estado compitiendo y demasiados, para los que "fuera de la política no hay vida".

En cuanto al nuevo Presidente del Gobierno, cuyo curriculum no presenta mucha experiencia en gestión, ya que siempre ha trabajado en ese mundo etéreo ?e intangible? que se alimenta de la ubres del Estado, sería un buen momento para que, atendiendo a ese proceso tan de moda como es el de la revisión curricular, desbloquease su tesis doctoral "Innovaciones de la diplomacia económica española: Análisis del Sector Público (2000-2012)", lo que esperemos que le sirva de utilidad en los nuevos cometidos. De momento, ha vuelto a traer a escena el "problema del Valle de los Caídos", como si realmente fuera la preocupación prioritaria del pueblo español. Hasta ahora las políticas, que anuncia, se parecen mucho a las de José Luis Rodríguez Zapatero, ese líder inane que dejo a España en la más absoluta quiebra en 2011. ¡Qué falta de memoria¡.

En fin, así están las cosas por esta su ciudad y este su país, nuevos gobiernos y bastante incertidumbre.

Un saludo afectuoso.