Se han puesto todos el lacito amarillo en el pico. Josep Borrell: "Preferiría que no estuvieran en prisión incondicional" (los presos del 1-O). Carmen Calvo: "Si el juicio por el procés se alarga no sería lógica la prisión preventiva" [anoten: el juicio no es por el procés, sino por la proclamación de la república catalana]. José Luis Ábalos: "El hecho que haya políticos presos no ayuda en un proyecto de normalización, de concordia". "Son elementos que se deberían superar".
La delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera: "Soy partidaria de indultar a los presos" (con matizaciones posteriores). Meritxell Batet (desmentido después, atribuyéndolo a un "desliz" de su interlocutor) promete presionar a la Fiscalía para retirar o suavizar las acusaciones a los presos. Sánchez, el 23/09/2018, de forma indirecta, en Canadá: "Quebec es un ejemplo para Cataluña". ¿Tienen ustedes duda alguna? Unos llevan el lacito amarillo en la solapa; los miembros del Gobierno se lo han puesto en el piquito, y, ahí, en quien más luce es en el señor Borrell Fontelles, por la estructura de su faz y por la historia de su discurso. (Dos "por ciertos": Uno: ¿Lo que se juzga no es un golpe de Estado, delito previsto en las leyes? Dos: La alternativa real a "otras medidas" que los del lacito en el pico proponen para los presos, ¿cuál es? Que sepamos, echarse al monte, la fuga al extranjero).
Y, por otro lado, y aprovechando la expresión de la ministra de Política Territorial y Función Pública, "desliz", uno queda asombrado de los "deslices" diarios de este Gobierna, tan mujeriego, de don Pedro. La de Justicia, Dolores Delgado, afirma que no va a amparar al juez Llarena y rectifica al día siguiente; la de Transición Energética -la que va a cerrar las térmicas- proclama que el diésel tiene los días contados y susurra a continuación que no es para tanto; doña Meritxell Batet secretea con Maragall el presionar a la fiscalía y luego desliza como un "desliz" de Maragall el desmentido; doña Margarita Robles dominguinea contándonos que no va a mandar bombas a Arabia y al día siguiente se retracta (don Pedro Sánchez aseguró que ella no era consciente de los efectos de sus palabras); Teresa Cunillera, la delegada del Gobierno en Cataluña, se muestra partidaria de indultar a los presos y se corrige al poco tiempo
Los eximo de proseguir, porque hay bastante más, incluyendo unos cuantos infortunios de la ministra-Demóstenes, Ministra Portavoz y de Educación (¿cómo se puede dar clase con esa retórica de pie quebrado?). Pero no puedo dejar de decirles que a mí todos estos deslices me han traído a la mente a Pilar Franco, la canzonetista, no la hermana del ferrolano, y su tan conocido cuplé: "¡Ay, señora, qué peligrosa es la vida de la institutriz!, siempre expuesta, si es joven hermosa, a tener sin querer un desliz". Así las ministras de este Gobierno mujeriego: siempre expuestas a tener, sin querer (¿sin querer?), un desliz.