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Pseudociencias

La idea misma de pseudociencia, en medicina, es una manifestación de soberbia, pues presume la existencia de ciencia médica y científicos libres de cualquier credulidad paracientífica, de la influencia de las modas y del juego de los intereses. Pensemos, por ejemplo, en el electroshock, que estuvo tan de moda en la postguerra, fue anatematizado luego ("como arreglar la pérdida de imagen en la pantalla dándole golpes al televisor", se decía) y ahora regresa remozado, campante y campeador. Pensemos en tantos medicamentos primero reinantes y tiempo después destronados por sus efectos nocivos. Pensemos en tratamientos de supuesto éxito que luego caen en desgracia. Pensemos, en fin, en el mundo puro de las puras creencias, y en su influencia en decisiones clínicas a la hora de mitigar el dolor de los seres humanos, o visto por el otro lado, de alargar inútilmente el sufrimiento.

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