Rivera le ha ofrecido a Casado un gobierno de coalición presidido por el más votado y éste le ha respondido con que está dispuesto a nombrarlo su ministro de Exteriores. Si hubieran querido plantear una estrategia común eficaz contra el PSOE de Pedro Sánchez tendrían que haberlo hecho antes de publicarse las listas en el Boletín Oficial de Estado. En estos momentos la oferta no es más que un brindis al sol: concurrir separados supondrá perder incluso el Senado y la posibilidad de aplicar el artículo 155 en el caso de que vuelvan a reproducirse los intentos de secesión en Cataluña. Se vislumbra un panorama sombrío.
