De David Mamet. Compañía: TalyCual
Dirección: Juan Carlos Rubio
El dramaturgo estadounidense David Mamet teje el texto despacio pero con ritmo como para sostener la atención y las intrigas de una de sus piezas. Y la dirección aporta lo suyo en este espacio casi hermético, frío o templado, según la circunstancia emocional de las escenas interpretadas por los cuatro actores. La culpa (2017) va aclarándose a medida que sus pasos siguen con la solidez e intensidad que mantiene la versión de Bernabé Rico. La cuestión es si un psiquiatra debe o no airear las notas confidenciales sobre un paciente que ha cometido una masacre. Así, el dilema moral avanza, y la trayectoria profesional y la vida de este médico y la de su mujer se convulsionan. Fernando Cayo está muy creíble en función de las subidas y bajadas textuales del influyente autor y de la precisa tarea del director Juan Carlos Rubio. Ana Fernández se pone algo más dramática de la cuenta, en perjuicio de una mayor naturalidad, como también le ocurre, en cierto modo, a la veterana Magüi Mira, que asume el papel de la abogada defensora del acusado. El otro abogado y amigo del doctor es Miguel Hermoso, personaje distendido y con simpatía más o menos convincente. En general, todos ellos y sus fuerzas antagónicas cumplen la misión en este teatro de ideas relacionadas con la ética, el abuso de poder, los juicios mediáticos y las difamaciones de cierta prensa para vender periódicos. O las alusiones a la religión y los valores humanos. El diálogo, el lenguaje coloquial y el gran dominio de la palabra, por parte del autor, guionista y director de cine David Mamet, promueven la reflexión de los numerosos espectadores, que acudieron al Principal de Alicante y apreciaron la sobriedad de los medios escenográficos, el clima que requieren los pasajes y la inteligente dirección de Rubio, uno de los autores y directores que más se prodigan. El «nuevo realismo» de Mamet transgrede las formas realistas, y a sus dramas les suele añadir algunos rasgos de humor. El final supone un golpe de efecto. ¿Y si se conoce el plan criminal de alguien?
