Una amiga camerunesa que no tiene facilidad para acceder a internet me pidió, a finales de mayo, el favor de que, desde mi ordenador, le solicitara una cita previa para Extranjería de Alicante puesto que a finales de agosto le vence su permiso y debe renovar su actual "tarjeta de larga duración". Me indicó que tratara de hacer el proceso a primera hora del día. Desde entonces, prácticamente cada mañana, a primerísima hora, y también de noche y de día, he repetido cientos de veces el "proceso automático para la solicitud de cita previa" con el mismo resultado siempre. Textualmente: "En este momento no hay citas disponibles. En breve, la oficina pondrá a su disposición nuevas citas".
Con seguridad y después de casi tres meses intentándolo, esta mujer no podrá renovar su documentación a tiempo y tendrá que afrontar sus consecuencias. Y si acaso se repara el daño será con más trabajo administrativo y con "sufrimiento".
Es una vergüenza cómo la Administración en general está tratando a sus administrados de los que cobran sus sueldos. En este caso, Extranjería de Alicante no puede aducir ninguna excusa. Su proceder es claramente una extorsión y no un servicio al ciudadano. En resumen, es una tomadura de pelo.... por la que cobra.