Las elecciones las pierden los gobiernos, rara vez las gana la oposición. Me parece evidente que el presidente norteamericano Donald Trump ha hecho méritos más que suficientes para no ser reelegido por cuatro años. Trump ha dilapidado la saneada situación económica que le dejó Obama, después de la crisis del 2008; y, además, el coronavirus y la pésima gestión de la pandemia ha rematado la situación económica, y provocado más muertes entre los norteamericanos en un año, que víctimas durante la Segunda Guerra Mundial. Me atrevo a vaticinar que el demócrata Joe Biden va a ganar las elecciones en voto popular y también la Convención de calle, por una notable mayoría. Quiero advertir que esta afirmación tiene una base científica, un poquito de intuición, y mucho de deseo.

Es científica porque desde hace tiempo, en todas las encuestas nacionales Joe Biden saca una diferencia notable, en conjunto de entre 10 y 12 %, a Donald Trump; y, lo que es más importante, los últimos estudios le dan ventaja en los estados bisagra, según el Washington Post. Los que en las últimas elecciones bascularon a favor del actual presidente que los ganó por un punto de diferencia o menos, y dieron la mayoría de compromisarios a los republicanos; aunque Hillary Clinton ganara en voto popular. Los estados oscilantes son Pennsylvania, Michigan, Wisconsin, Arizona y Florida, en los sondeos a nivel de cada estado la diferencia, a favor de Biden, varía entre un 7% en los tres primeros; un 6% en Arizona y un 5 % en Florida. Este estado ya le dio la victoria a Bush Jr. frente a Al Gore en un controvertido recuento que tuvo qué sancionar el Tribunal Supremo de los Estados Unidos. Incluso Biden gana en Ohio, que suele ser el “estado piloto” del resultado nacional.

Hay que recordar que el estado es allí la circunscripción electoral- como aquí lo son las provincias- donde eligen a los 538 compromisarios, y estos en el Colegio Electoral, son los que eligen al presidente. El número de compromisarios no es proporcional al número de habitantes. Los senadores se eligen dos por cada estado, y ahora también se renueva un tercio de la cámara alta para un periodo de seis años. En el Senado los republicanos tienen mayoría, 52 a 48, y eso puede variar fácilmente. El Senado sanciona la elección de los magistrados del Supremo; y es el que domina la política exterior y los acuerdos internacionales de Estados Unidos. En el Congreso o Cámara de Representantes tiene mayoría el partido Demócrata, y probablemente la renueve y aumente. Biden puede obtener la presidencia y la mayoría en ambas Cámaras.

De demoscopia ya hemos hablado bastante. El profesor de historia de la American University de Washington, Alan Lichtman que lleva tiempo acertando en sus pronósticos presidenciales de “las 13 claves” también se decanta por el candidato Biden porque: su partido ganó asientos en las elecciones de mitad del mandato; la economía ha llevado a Estados Unidos a la recesión; durante el periodo presidencial último ha crecido menos que en los dos anteriores de Obama debido en gran parte al coronavirus; hay importantes conflictos sociales como el de Black Matther; escándalos como el impeachment, o la trama rusa, han salpicado a la Casa Blanca; no ha conseguido ninguna victoria militar relevante en el extranjero; ni Trump tiene carisma, aunque sea un showman. De las 13 claves Alan Lichtman da las otras seis a Trump: no le ha desafiado nadie en las primarias; quiere ser reelegido; no hay candidato de un tercer partido; ha hecho grandes cambios en la política nacional; el ejército no ha sufrido grandes fracasos en el exterior; y el candidato que desafía al presidente no tiene carisma. El resultado con el modelo de las 13 claves es: Trump: 6; Biden 7.

Trump no ha conseguido reunir en USA al G-20 antes de las elecciones. Merkel se negó. Tampoco parar los cambios en Latinoamérica: Argentina, Bolivia, Chile. En el exterior lo dan por amortizado. Está poniendo en duda el voto por correo: más de 35 millones de sufragios ya emitidos. Son, aproximadamente, uno de cada cuatro votantes inscritos. El problema, no menor, es que va a hacer Donald Trump, quien todavía no ha dicho que reconocerá los resultados. Teme a los fiscales que le esperan con serias acusaciones de fraude.

La presidencia la conseguirá Joe Biden, y la vicepresidenta será por primera vez una mujer y de color, Kamala Harris. ¡Aleluia!