Hasta los 9 años, como la mayoría de los niños, por imitación y admiración quería ser como mi padre, mi única ambición profesional era ser ciego. A partir de esa edad “vi” que era una carrera complicada profesionalmente hablando “la ceguera es una cuestión privada entre la persona y los ojos que contratas”. A partir de ahí, decidí que cuando fuera mayor sería médico. A los 15 años fallece mi padre. Mi vida cambia totalmente, era muy buen estudiante hasta esa fecha, después un desastre académicamente hablando. Terminé B.U.P. y ahí lo dejé.
Decidí que quería trabajar, donde fuera y en lo que fuera. A los 18 años encontré trabajo en una peluquería, me sirvió; comencé barriendo pelos y cepillando espaldas.
Desde ese momento descubrí el mundo de la belleza, y qué sorpresa la mía que me gustaba lo que veía, era sorprendente poder mejorar la imagen de las personas; la belleza es una de las pasiones más representativas de la naturaleza humana.
Este trabajo despertó en mí una gran inquietud y descubrí el bello mundo de la IMAGEN PERSONAL, poder ayudar a las personas a ser felices simplemente mejorando su aspecto, realzando su personalidad para moverse por la vida con más seguridad, era la mejor profesión que podía tener, la PELUQUERÍA me eligió a mí, casualidades de la vida. A partir de entonces decidí defender a mi sector a toda costa con uñas y dientes ante la injusticia social, FISCAL Y PROFESIONAL (por aquella época se decía: si no quieres estudiar hazte peluquera).
Aquí me encuentro hoy ante una brutal e injustificada presión fiscal.
Lo resumo rápido, es el único sector que está inmerso en dos crisis simultáneamente, esto no hay autónomo que lo aguante, una como todos sabemos la crisis de la pandemia que dura ya un año, y la otra la crisis del IVA que soporta nuestro sector más de 8 años. Todo esto empezó por la avaricia recaudatoria del Sr. Montoro (casualidad que es calvo), en esa época nos encontrábamos tocados como muchos empresarios por la crisis del 2008, en el 2012, el Sr. Montoro decide que nuestro sector debe asumir un IVA General y nos coloca el valor añadido del 8 al 21%, 13 puntos advirtiendo que en época de bonanza volvería al reducido nuestro sector, (no sé si pensaría que iba a estar toda la vida de Ministro de Hacienda).
Nuestro sector soportó sin modificar precios, asumiendo la crisis del 2008, asumiendo los 13 puntos de IVA del 2012 y ahora la crisis de esta dolorosa situación, la COVID-19. La consecuencia, hoy las peluquerías tienen un bajo poder adquisitivo, ninguna capacidad de ahorro, precios de los servicios por los suelos (tarifas sin modificar desde el 2008 y lo que es peor; aumento del mercado sumergido y de la clandestinidad, vamos una competencia desleal brutal y por este motivo no pararemos hasta conseguir el IVA Reducido. Es un derecho, somos empresa de servicios de primera necesidad y en plena pandemia nos han dado la categoría de esenciales, visto lo visto, menos galones y más condescendencia, más gestos justos.
El sector de la Imagen está más unido que nunca y lucharemos hasta conseguir la reducción del IVA porque no sabemos hacer otra cosa, es nuestra manera de vivir, nuestra pasión y aportamos felicidad y, porque; es de una irresponsabilidad absoluta, de una profunda injusticia el no subsanar este error fiscal.
Hemos avanzado mucho hasta hoy
Se han aprobado varias propuestas no de Ley, tanto en el Congreso con el voto en contra del PSOE y la abstención de su socio de gobierno (actuando como Poncio Pilatos …), como en el Senado. Ahora sólo nos queda seguir manifestándonos hasta que el gobierno decida aplicar la LEY y publique en el B.O.E. (los tiempos en política van a otro ritmo). Primero dirán que Europa no les deja, después que con la que está cayendo, ¡estrategias!
Mientras tanto la peluquería agoniza, la pandemia que azota a toda España, y la crisis económica derivada, está golpeando con dureza al sector de la Imagen Personal. Desde el principio de la pandemia ya han cerrado más de 15.000 empresas. Además, algo más de 30.000 profesionales han ido al paro, y otros 40.000 están en ERTE, hablamos de un total de 150.000 profesionales del sector, con una facturación, que, en el mejor de los casos, se ha hundido un 40%. Los motivos; falta de poder adquisitivo, falta de vida social, descuido de cuidado personal y temor a los contagios.
Es el mejor momento para dejar el IVA donde siempre estuvo, REDUCIDO (10%), el estado recaudaría más impuestos y desaparecería un buen porcentaje de economía sumergida, los clandestinos que tanto daño nos hacen y tan insolidarios se comportan.
Sería un gran gesto por parte del Gobierno en estos momentos difíciles. Hay otra política; corazón y sentido común, te lo están pidiendo cientos de miles de peluqueros.
