Finalizada la rueda de prensa de la serie Maricón perdido, que suscitó más revuelo mediático que muchas películas, Andreu Buenafuente me comunicó como incondicional de Late Motiv que estuviese muy atento a la semana final de la temporada, y más concretamente al 1 de julio, el día del cierre.
Aquella conversación la mantuvimos en el Festival de Málaga el sábado 5 de junio. Pero las semanas corren y ha llegado el momento. Late Motiv cierra la persiana y harían bien sus seguidores en no perder detalle de lo que va a suceder en el plató en las próximas horas. También porque los veranos televisivos se hacen eternos, y hasta bien entrado septiembre no se rehacen los equipos.
Por otro lado, tal y como se percibió en el Teatro Cervantes aquella tarde de junio, la serie de Bob Pop iba a triunfar dado que contaba con un arma infalible: la honestidad. Ya se ha publicado que se trata de la serie más vista en plataforma de pago este año. Pujará por todos los premios de la temporada.
Al final de la misma hay una secuencia muy hermosa en la que podemos ver al Bob Pop actual, en su silla de ruedas, víctima de la enfermedad degenerativa que padece, ayudado a levantarse por el actor que le interpreta de joven. Parece una escena onírica que nos traslada a una reunión en donde departe en una mesa con Pedro Almodóvar, Berto Romero y Andreu Buenafuente. Almodóvar, que en Dolor y gloria también hincó el diente a su autobiografía, pregunta a Bob si no ha sentido pudor al emprender el proyecto. Conversan hasta que el sonido desaparece y muta en silencio. Lo que Bob Pop quería contar ya había quedado plasmado en imágenes. Su dolor y su gloria.
