Este mes de enero ‘Cuando los elefantes sueñan con la música’ ha cumplido 35 años en antena. Se convierte así en el programa más veterano de Radio 3. Pero despachar la noticia en un titular aséptico sería quedarse muy corto ante lo significa un cumpleaños como el que ahora celebramos.
Para los oyentes que seguimos el programa de Carlos Galilea desde sus inicios en enero de 1987 el aniversario es muy especial. Porque nos hace evocar dónde, cómo y con quién lo escuchábamos entonces. Y ahí cabe una vida. La nuestra.
Después está la rudimentaria manera en que grabábamos las entregas de los primeros años. Esos cassettes de hierro y cromo que guardábamos como verdaderas joyas, porque lo eran. En cada programa brilló la excelencia musical. Allí comenzamos a trazar un mapa que partió de Brasil y nos llevó por todo el mundo.
Galilea se convirtió en prescriptor mucho antes de que existiesen los influencer. Muy al principio le llamé al teléfono de la Casa de la Radio para que me orientara acerca de donde adquirir algunas de esas melodías que me calaban hondo y era imposible adquirir en la periferia.
Muy entrado el siglo XXI llegó la magia de la web de la radio pública, y a partir de ahí la paradoja: cada semana se acumulaban cinco horas de ‘elefantes’; cada mes, veinte horas de música de verdadera antología; y cada año, cerca de trescientas entregas, a cual más delicatesen. Habíamos entrado en el mundo digital. El de lo inabarcable. Todo lo que teníamos hasta entonces organizado, medido, inventariado en nuestros estantes se relativizó. En Internet había infinitamente más, a coste cero.
Ahí sigue. A diario. ‘Cuando los elefantes…’. Un chute de buen gusto. Bálsamo para los oídos.
