El título de éste escrito no pretende hacer referencia a aquella película de los años 50 protagonizada por Paul Newman y Joanne Woodward , basada en la novela del Nobel americano Willian Faulkners, sino recordar los rigores climáticos que hemos padecido durante cuatro largos meses los españoles en general y alicantinos en particular. Lo cierto es que acabados los mismos sentí la impresión de que alguna chispa había saltado de alguno de los muchos incendios forestales a las páginas de éste periódico porque cada vez que que me disponía a leerlas echaban humo. Fue a partir de mediados de Septiembre cuando ADIF cumplió su promesa de llevar nuestros AVES a Chamartín en lugar de pararlos en Atocha cuando se montó la melé y empezaron a publicarse todas las quejas habidas y por haber, detallándose las múltiples necesidades y carencias pendientes de satisfacer en nuestra provincia desde hace años por el desdén y ninguneo que recibimos continuamente de las administraciones públicas, tanto de Madrid como de Valencia, independientemente del color político de las mismas. Y tras unos días de descanso en el fervor reivindicativo fue suficiente hacerse público lo que nos deparan para el próximo año los PGE, (Presupuestos Generales del Estado) como para que de nuevo se armara el belén, hasta el extremo de irritar a los empresarios e inducirles a organizar sus propias manifestaciones callejeras, algo bastante inusitado en éste colectivo. En todo caso, sean bienvenidos al mundo de la pancarta reivindicativa porque aquí no sobra nadie, todo lo contrario, entre todos hemos de intentar conseguir lo que en justicia nos pertenece, ni más ni menos

Sigo con atención los detallados, minuciosos y certeros artículos que nos ofrece con asiduidad, sobre los asuntos ya citados, el redactor de éste diario F.J. Benito. Recuerdo uno de ellos lamentando que Alicante pintara tan poco en Madrid y otro más reciente titulado “Alicante nunca tuvo suerte en Madrid ,ni con unos ni con otros. Considero que las dos aseveraciones del redactor son contundentes axiomas, verdades incontrovertibles que a éstas alturas de la película no admiten duda ni discusión, pero si me permite Benito desearía hacer un breve comentario sobre las mismas, con el debido respeto por supuesto. Seguramente coincidiremos en que para pintar algo en Madrid, Valencia ó Sebastopol lo primero que se necesitan son pintores y para que haya suerte también es indispensable el trabajo y esfuerzo para buscarla. A éste respecto repito lo que dije en otro escrito, que Sevilla tiene un excelente pintor en la persona de su alcalde, que a base de insistir a la ministra de transportes cada vez que se cruzaba con ella, fuera donde fuere, le reclamaba el ferrocarril entre el aeropuerto de San Pablo y la capital. Hasta que la señora ministra, seguramente harta de aguantar el continuo sermón del alcalde en cualquier fiesta ó evento, el pasado mes de Abril le dijo que tomaba nota, que aceptaba el envite y que su ministerio se pondría de inmediato a trabajar en el tema. Y después de ésto cabe preguntarse, ¿acaso disponemos nosotros de pintores de ésta calidad capaces de conseguir el ferrocarril con un aeropuerto por el que circulan la mitad de pasajeros que por el nuestro? Evidentemente que no, y lamento mucho que ésta respuesta también pueda ser otro axioma, desearía que fuera de otra manera por el bien de toda la provincia.

Por tanto celebro que demos por finiquitado el largo y cálido verano, por olvidado el bochorno que conduce al adormecimiento y modorra y que nos dispongamos a decir fuerte a quien corresponda que Alicante no es el “pito del sereno”, que vamos a reclamar lo que nos corresponde, bien sea agua y contra el tajo que pretenden dar al trasvase del “idem”, bien a ferrocarriles y carreteras ó bien a esa broma pesada que supone la carga y descarga de graneles en el puerto a cielo abierto tras haber construido una nave para evitarlo que sigue sin inaugurarse. Y luego se les llena la boca hablando de sostenibilidad y lucha contra la contaminación. Vivir para ver.