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Ay, la Filmoteca

Ay, la FilmotecaINFORMACIÓN

En todo el segundo semestre de 2022, la mal llamada Filmoteca Valenciana en Alicante ha proyectado 8 películas. Ojo, en sesión única. Cuatro formaron un ciclo del queridísimo Chaplin, y las otras cuatro llegaron de muy diversa procedencia. El 1 de diciembre se exhibió la última de ellas sobre la pantalla del Arniches, y hasta mediados de enero no se proyectará la siguiente.

No hay que atribuir las culpas a los responsables del IVC actual. La situación es heredada. En cuarenta años de funcionamiento del organismo autonómico, el desdén hacia los cinéfilos alicantinos ha sido manifiesto. Máxime si lo comparamos con el modelo empleado por la Filmoteca Valenciana del Edificio Rialto, de cara a la galería, y para el resto del país, una de las icónicas.

Acaba de ser nombrado jefe supremo del audiovisual valenciano del IVC un buen amigo, cosecha de 1992, compañero de Mostras y Cinemas Joves, José Luis Moreno Maicas, hombre sensato y cabal, castellanoparlante y ecuánime. Habrá que preguntarle si esta situación se va a perpetuar.

Porque desde aquel lejano 1992 en que nos amigamos el mundo del cine ha dado un vuelco. En diciembre de 1993 abrieron los cines Aana, al tiempo que cerraban las grandes salas del centro de la ciudad de Alicante. La mal llamada Filmoteca recorrió, con el nombre de Sala Concertada, algunas de ellas, funcionando como cine de reestreno, cuando no era ese su cometido.

Hasta que comenzaron a llegar las distintas crisis. La situación actual es de alarma total. Apenas quedan cinéfilos en Alicante. Las empresas privadas, lógicamente, no pueden atendernos porque no están para perder dinero. ‘Ennio’, el documental sobre Morricone, continúa virgen en las pantallas de la ciudad. València nos debe echar una mano.

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