360 grados

Alemania le coge gusto a las maniobras navales

Joaquín Rábago

Joaquín Rábago

Alemania, el país derrotado en la Segunda Guerra Mundial y al que muchos quisieron entonces ver para siempre desarmado, parece haberle cogido gusto últimamente a las maniobras en el marco de la OTAN.

Así, en paradójica coincidencia con el último Día Mundial de la Paz, como critica un diario alemán de izquierdas, Berlín anunció la próxima celebración de unas grandes maniobras en el Báltico.

Más de 3.000 militares de catorce naciones participarán a partir del 9 de septiembre en los ejercicios navales “Northern Coasts 2023” en los que se ensayarán operaciones tácticas en aguas costeras para una posible guerra con un país enemigo al que no hace falta nombrar.

Las maniobras se desarrollarán principalmente frente a las costas de Letonia y Estonia y otras aguas próximas para cerrar eventualmente el paso, en caso de guerra, a los barcos rusos que intentaran salir desde San Petersburgo en dirección al mar del norte y el océano Atlántico.

En esos ejercicios tomarán parte además de los países costeros del mar Báltico, unidades navales de otros países de la OTAN como Francia, Italia y, por supuesto, Estados Unidos.

El principal centro operativo estará en el puerto alemán de Rostock, donde tiene su sede el nuevo centro de la Marina de Guerra alemana.

Una novedad de esas maniobras será la participación de una unidad anfibia de la Armada estadounidense, que hará ejercicios conjuntos con sus homólogos alemanes.

Estos últimos participaron ya junto a los militares estadounidenses en las maniobras “Talisman Sabre 2023”, celebradas en aguas de Australia.

“Northern Coasts 2023” forma parte de una serie de maniobras navales iniciada en 2007 por iniciativa de Berlín y en cuya dirección operativa se alternan anualmente Alemania, Dinamarca, Finlandia y Suecia.

A diferencia de las otras grandes maniobras del Báltico, las Baltic Operations (Baltops), que organiza y dirige desde el principio EEUU, las Northern Coasts corren a cargo de Berlín, que fue quien las ideó.

Como señala el periodista alemán Jörg Kronauer, Berlín decidió organizar esas maniobras para colocar bajo su dirección a las tres repúblicas bálticas - Estonia, Lituania y Letonia- que se incorporaron en 2004 a la Alianza Atlántica.

Y aunque en un principio se dijo que se trataba sobre todo de prepararse para posibles operaciones antiterroristas, desde 2014, año en el que Rusia se anexionó ilegalmente Crimea, a nadie se le escapa que el objetivo real es el país de Vladimir Putin. 

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