Tribuna

No hay salud sin salud mental

Una niña en su habitación

Una niña en su habitación / ANTONIO AMORÓS

José Pedro Espada

Hoy 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, un asunto muy presente los últimos tiempos dado el alarmante aumento de personas que reconocen padecer algún problema psicológico. La prevalencia de la sintomatología, de los trastornos y de los problemas psicológicos ha experimentado un drástico incremento. Según las últimas estimaciones, los trastornos depresivos y de ansiedad afectan a más de 970 millones de personas en todo el mundo. Los trastornos mentales, además de generar sufrimiento, se sitúan en el segundo lugar como causa de años de vida perdidos debido a la discapacidad, con un total de 125,3 millones de años de vida perdidos a nivel global, según el informe Global Burden of Diseases publicado recientemente en The Lancet.

De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en nuestro país hemos alcanzado un nuevo máximo histórico de suicidios, superando por primera vez la cifra de 4000 suicidios en un año, habiéndose duplicado el suicidio de niños menores de 15 años. El suicidio sigue siendo la principal causa de muerte no natural en España, multiplicando por 2,5 las muertes producidas por accidentes de tráfico, por 14 las muertes por homicidios, y por 93 las muertes por violencia de género.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen 20 intentos de suicidio por cada suicidio consumado. Además, según los principales estudios epidemiológicos, la ideación suicida puede afectar a entre el 5% y el 10% de la población a lo largo de su vida. El Observatorio Español del Suicidio estima que en un año podrían producirse alrededor de 80.000 intentos de suicidio, y entre dos y cuatro millones de personas pueden presentar ideación suicida a lo largo de su vida. A pesar de estos datos alarmantes, parece que no son suficientes para que se aborde adecuadamente el problema y se implemente un plan estatal de atención al suicidio.

Esta situación requiere una atención máxima tanto a nivel social como político. Sin embargo, lo que encontramos es una inversión testimonial en la atención a los problemas de salud mental. Se trata de un problema que concierne a la Administración y ante el que la sociedad no puede mirar hacia otro lado.

Desde la infancia

La mayoría de los problemas psicológicos tienen inicio en la infancia y la adolescencia. Por lo tanto, la detección y prevención de problemas psicológicos en edades tempranas son fundamentales. Un adolescente en riesgo de desarrollar un problema emocional que no es detectado a tiempo y al que no se le brinda ayuda, muy probablemente se convertirá en un adulto con problemas más graves. Cuando las personas no tienen acceso a servicios de ayuda eficaz, los trastornos psicológicos tienden a empeorar y a volverse crónicos.

Aunque el Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria, aprobado en 2018 por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, establece como una de sus líneas de acción fortalecer la atención psicológica en los servicios de Atención Primaria, a fecha de hoy la inclusión de servicios de psicología en Atención Primaria es insuficiente. De hecho, el Defensor del Pueblo y el Consejo General de la Psicología recuerdan que España se encuentra por debajo de la media europea en cuanto a la ratio de profesionales de la psicología por habitante. Según los datos más recientes, nuestro país cuenta con apenas seis psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, mientras que otros países europeos como Alemania tienen un promedio de 41, Reino Unido 18 y Francia 15.

La psicología dispone de programas efectivos basados en la evidencia y cuenta con profesionales altamente capacitados para atender la creciente demanda de salud mental en la sociedad. Lo que resta es que el bienestar mental de los ciudadanos sea una verdadera prioridad real y responder de manera proporcional a la importancia de este problema.