¿Legalizar las drogas prohibidas?

Agentes de la Guardia Civil en el operativo en Barbate para detener a los tripulantes de una narcolancha.

Agentes de la Guardia Civil en el operativo en Barbate para detener a los tripulantes de una narcolancha. / EP

Antonio Cuevas

Antonio Cuevas

¿Legalizar las drogas prohibidas? La adicción al consumo de sustancias ilegales es un tabú y las políticas represivas contra el narcotráfico es evidente que en España y en todo el mundo no son eficaces y los narcos traficantes hoy por hoy disponen de cuantiosos recursos y cada vez tienen más "clientes", secuestrados por su adicción, se trata de auténticos cautivos sometidos por mafias criminales.

Lo sucedido en Barbate fue un verdadero crimen, remataron a los guardias civiles, se sienten intocables, y no son tan intocables, la fuerzas de seguridad del Estado, la Justicia, la sanidad, actúan sin descanso, pero este dramático desafío exige otra respuesta, y no al estilo de la Ley Seca en Estados Unidos vigente durante trece años (1920-1933), que fue un fracaso como también las mismas experiencias llevadas a cabo en diversos países europeos.

La prohibición en Estados Unidos del consumo de bebidas alcohólicas inclusive cervezas provocó que los Al Capone construyeran imperios económicos que fueron blanqueados sin mayores dificultades, como sucede actualmente con las drogas prohibidas. Mientras que las mafias dispongan de presupuestos ilimitados erradicarlas es imposible. Y no se logra evitar que circulen sustancias adulteradas, tóxicas, que envenenan a millones de personas.

La Organización Mundial de la Salud sea la organización mundial conveniente para convocar a sus miembros para reflexionar sobre un problema de salud, de convivencia, económico, afecta al conjunto de la sociedad. El Ministerio de Sanidad ha decidido, por ejemplo, regular el cannabis medicinal, para que sea facilitado a personas que sufren algunas enfermedades y ningún fármaco tradicional alivia los dolores que padecen. Muchas de estas personas se ven obligadas a recurrir al mercado negro. Una legalización ordenada con control sanitario puede sorprender pero no es una utopía, hay ya algunas experiencias interesantes.