¿Tropas de la OTAN en tierras ucranianas?

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en la rueda de prensa que ha ofrecido este viernes en Bruselas.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en la rueda de prensa que ha ofrecido este viernes en Bruselas. / EFE

Joaquín Rábago

Joaquín Rábago

¿Tropas de la OTAN sobre el terreno en Ucrania? El camaleón de la política Emmanuel Macron, el mismo político que hace casi dos años decía que no había que “humillar a Rusia”, al menos no lo descarta.

El presidente francés lo justifica con el argumento de que de ninguna manera puede permitir Occidente una victoria rusa en el campo de batalla, como parece que está ocurriendo.

La propuesta de Macron a sus aliados de la OTAN no ha sido, sin embargo, bien recibida. Sobre todo se le acusa de no haberla acordado antes con ellos.

A quien le reprocha que es en cualquier caso prematura, el presidente francés le responde que también hubo quien se resistía a enviar a Kiev carros de combate y misiles de largo alcance y, sin embargo, se terminó haciendo eso.

Se trata sin lugar a duda de una pulla al canciller federal alemán, Olaf Scholz, que vaciló hasta autorizar finalmente la entrega a Ucrania de los tanques Leopard y al que ahora le ocurre lo mismo con los misiles Taurus que le reclama Kiev.

Macron no parecía estar pensando, sin embargo, en una misión militar colectiva de la OTAN, para lo que se necesitaría una decisión unánime de todos sus miembros, algo virtualmente imposible.

Se trataría más bien de que aquellos países que como el suyo, Gran Bretaña, Italia, Dinamarca o Alemania, han firmado ya acuerdos bilaterales de seguridad con Kiev pudieran decidirse a dar ese paso.

El Gobierno de Berlín, al que corresponde un papel de primera fila en la ayuda militar y financiera a Ucrania, sobre todo si deja de llegar a Kiev la de EEUU, no oculta su disgusto con la propuesta francesa.

Incluso los Verdes, el partido tal vez más beligerante con la Rusia de Putin en el Gobierno de coalición de Berlín, argumentan que es prioritario ver qué tipo de armas necesita ahora Kiev para poder enviárselas.

La mayor oposición en Alemania llega, sin embargo, de los dos extremos del espectro político: la Izquierda, y la ultranacionalista Alternativa para Alemania, que aboga desde hace tiempo por negociar con Moscú para poner fin a la guerra.

La propuesta de Macron fue acogida también con escepticismo por los gobiernos de algunos de los países más próximos a Rusia como el checo o el eslovaco por no hablar ya del húngaro de Viktor Orbán.

Consciente de ese rechazo, el ministro francés de Exteriores, Stéphane Séjourné, pareció dar en parte marcha atrás.

Según Séjourné, no se trataría de enviar a Ucrania tropas para enfrentarse al Ejército ruso en el campo de batalla, sino sobre todo de ayudar sobre el terreno a Ucrania en la producción de armamento y en operaciones de ciberdefensa y desminado.

Algo que sería visto con seguridad por Moscú como una auténtica provocación por parte de la OTAN y que no evitaría una peligrosa escalada de un conflicto cuyo fin nadie acierta a vislumbrar.

Suscríbete para seguir leyendo