Opinión

Todo por Broncano

David Broncano en 'La Resistencia'.

David Broncano en 'La Resistencia'. / MOVISTAR

Hasta dónde llega la locura del fichaje de Broncano que en TVE se han planteado seriamente la posibilidad de que la segunda edición del Telediario finalice a las nueve y media o a las diez menos cuarto para que a esa hora entre el programa del humorista (de entre 70 u 80 minutos de duración) con una puntualidad británica.

Creo que los árboles no han dejado ver el bosque a los miembros del Consejo de Administración. TVE tiene sus fortalezas y sus debilidades. De lo que no cabe ninguna duda es que entre sus fortalezas destaca una por encima de todas las demás, que no es otra que la de contar con los servicios informativos más potentes del país. La red de corresponsalías en todo el mundo, afianzadas con el paso de las décadas, unidas a los centros territoriales en todas las comunidades autonómicas con delegaciones provinciales en cada una de las capitales (aunque algunas de éstas se quejen de vivir en la indigencia), unidos a una redacción central enorme, a la sección de Deportes que es un mundo en sí mismo, y al Canal 24 Horas, que es el canal de información continua más importante del mundo en español, conforman un patrimonio que para sí quisiera cualquier televisión pública europea. 

Pues bien, del mismo modo que cada día que hay un partido de fútbol todo ese dispositivo salta por los aires y el Telediario se suprime por conseguir un datazo de audiencia, el consejo de sabios ha decidido que situando a Broncano bien temprano le hará pupa al gran Pablo Motos, El hormiguero se verá resentido, y La 1 conquistará audiencia. Aunque la operación saliese bien (que saldrá mal) habrán mancillado el objetivo último de la televisión pública.