Yo creo que el encuentro Biden-Sánchez ha batido el récord mundial de velocidad en el tratamiento de temas internacionales entre los líderes de dos países. 

Pedro Sánchez restó importancia a la brevedad de la charla, asegurando que no la había cronometrado y que le dio tiempo a hablar sobre la necesidad de “reforzar los lazos militares” entre los dos países; sobre la situación de América Latina; o sobre la agenda de la nueva Administración estadounidense, que ha servido de “inspiración” a muchos progresistas. 

Si tenemos en cuenta la duración de la charla, duró menos de un minuto, que llevaban mascarilla, que hablaron de lado y que Sánchez se tuvo que presentar, tengo que pensar que estos dos personajes tienen poderes especiales o bien Pedro nos ha contado una “milonga”.