El concepto de libertad, en abstracto y referido a las personas, es la facultad que tenemos de elegir, de manera responsable, nuestra forma de actuar dentro de la sociedad, que no está sometida a la voluntad de otros, ni está constreñida por obligaciones, deberes o disciplina.

Dicho así suena muy bien, pero yo me pregunto si hay alguna persona en este mundo que no esté, o que no haya estado, sometido a obligaciones, deberes, disciplina o a la voluntad de otros.

Sin ir más lejos, yo mismo, que me considero una persona libre, porque nunca he estado sujeto a disciplina, obligaciones, ni deberes, y así me va, estoy escribiendo esta carta, hablando libremente de la libertad, haciendo uso de de la libertad de expresión, faltaría más. Una carta que saldrá a la luz, seguramente mañana, en algún periódico, porque la voluntad de otro lo haya decidido.

Y yo me sentiré feliz y contento porque me hayan publicado esta carta, a pesar de todo, y por pensar que soy libre, pero libre de espíritu, que es la única forma de libertad que nadie nos puede quitar ni manipular.