Tomo café en la plaza Nueva semanalmente con un amigo inglés, a quien sorprende continuar viendo el acuario sin peces y tiene toda la razón. Durante años, tenía pleno sentido, ya que era una atracción turística de la ciudad, con muchos niños alrededor. ¿Qué pinta ahora ese armatoste allí? ¿A qué esperan en el Ayuntamiento para quitarlo? En agosto leí que lo iban a eliminar, y en octubre, se publicó que las obras empezarían antes de terminar 2021. En enero se anunció que conservarían el arbolado, ampliando las aceras, pero ahí sigue. Recientemente escuché que en breve habría una reunión en el Ayuntamiento para tomar decisiones. Menos mal que el consistorio no es una empresa privada, con consejo de administración que debe informar a los accionistas, porque, si fuera así, habría unos cuantos de patitas en la calle.

Alicante debería aprovechar los meses de enero y febrero, cuando más flojo está el turismo, para acometer estas obras. No tiene buen sentido que nos metamos en junio, con la ciudad repleta de visitantes, y tengamos la plaza levantada, arruinando de esta manera a los hosteleros que tal mal lo han pasado con la pandemia.

Entiendo que estas reformas son perfectamente compatibles con las de la calle Bailén, que estando proyectadas mucho después, han empezado antes. Como dijo en estas páginas Manuel Piera, ¿hay algún responsable, o estamos en piloto automático? Después de cómo se gestionaron las obras en la Explanada, ¿no hemos aprendido nada?