La presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, se alineó ayer con las tesis de Alberto Fabra para «limpiar» de imputados las candidaturas electorales del PP de cara a los comicios de 2015. «En un desfile de modelos, nadie va a coger a un cojo», subrayó la dirigente popular a preguntas de una periodista de la Cadena Ser durante un acto convocado para hablar de cuestiones relacionadas con el reciente acuerdo sobre el Tajo-Segura.
De esa forma tan gráfica, Luisa Pastor avaló la posición de Fabra, ratificada por el jefe del Consell apenas unas horas antes en una entrevista televisiva; se desmarcó de un sector del PP que rechaza la «línea roja» contra la corrupción fijada por el presidente de la Generalitat; y, de paso, dejó a los pies de los caballos a una serie de cargos populares -entre ellos, sin ir más lejos, la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y a otros siete diputados de la bancada popular en las Cortes Valencianas- encausados en investigaciones por corrupción y cuyo futuro depende, casi en exclusiva, de las resoluciones judiciales que se produzcan hasta que se hagan las listas en poco más de un año.
Poco dada a adentrarse en las complicaciones internas del PP, Luisa Pastor, en este caso, dejó claro que, con vistas a la cita de 2015, cada agrupación popular propondrá a los militantes que considere oportunos para confeccionar los carteles electorales de la gaviota. «Como siempre, se elegirán a los mejores y a los que tengan mejor perfil», remachó la presidenta de la Diputación en una breve declaración.
La intervención de Pastor llama, si cabe, mucho más la atención por dos motivos. En primer lugar, nunca se había pronunciado de forma tan contundente sobre el futuro de los imputados del PP a pesar de que ocupa un puesto institucional clave en el engranaje popular en la provincia. Y, en segundo lugar, por el escenario en el que se desarrolló. Mientras intervenía, la titular de la institución provincial estaba acompañada por Mónica Lorente, diputada de Ciclo Hídrico y edil del PP en el Ayuntamiento de Orihuela.
Lorente, precisamente, está imputada en una de las piezas de la operación Brugal; y además procesada por las irregularidades en la adjudicación de una plaza durante su etapa como alcaldesa. Precisamente, además, el PP ha mantenido en todo momento el veto a una moción de censura en el consistorio oriolano con la citada diputada como candidata. Mónica Lorente siguió la respuesta de Luisa Pastor con gesto distendido.
Sea como fuere, las palabras de la presidenta de la Diputación, sin duda, alimentan todavía más el debate interno dentro del PP. De momento, la posición de Fabra es firme: aguantará con los imputados, salvo una sentencia previa, hasta que llegue el momento de hacer las candidaturas electorales de 2015. Como encausados, entre otros, aparecen las citadas Castedo y Lorente, Luis Díaz Alperi, Joaquín Ripoll, Ricardo Costa, David Serra, Milagrosa Martínez, Yolanda García Santos o Angélica Such. Esa guerra dentro del PP no ha hecho mas que comenzar.
