El complejo de cinematográfico alicantino de La Ciudad de la Luz, controlado al 100% por la empresa pública Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana, pagó entre enero de 2001 y diciembre de 2010 un canon anual de 1,2 millones a la privada Producciones Aguamarga para que gestionara los estudios de grabación. El Hollywood valenciano fue la ocurrencia que le tocó a Alicante dentro del reparto territorial de proyectos de cartón piedra concebidos por el expresidente Eduardo Zaplana, que fueron corregidos y aumentados por sus herederos José Luis Olivas y Francisco Camps.

Por llevar las riendas de aquel fiasco hoy en venta -con una deuda de unos 200 millones de euros y la obligación de devolver 265 por recibir subvenciones que la UE consideró ilegales- Aguamarga se llevó bastante más dinero. Fuera del menú del canon quedaron más de 10 millones percibidos por conceptos extras al contrato de gestión. Tras repasar parte de la facturación y los tres contratos suscritos por las partes antes de romper, la diputada socialista Eva Martínez concluyó ayer que Aguamarga se llevó unos 22 millones en total.

Entre las facturas al margen, destacó los 118.000 euros que el consejero y socio de Aguamarga -que estuvo presidida por Luis García Berlanga- José Luis Olaizola cobró por dietas, viajes y alojamiento en hoteles entre 2001 y 2004. En esos mismos cuatro años, José Miguel Ferrándiz, otro socio de la productora, percibió otros 34.000 euros por esos mismos conceptos.

Sesenta películas en trece años

Los estudios de la entonces también llamada Ciudad del Cine abrieron en abril de 2003. El contrato de gestión y los gastos empezaron el 21 de diciembre de 2000. En todos estos años se han grabado apenas 60 películas. El fracaso de Ciudad de la Luz y de Aguamarga se constata en las cifras de negocio. Fue el argumento utilizado por la empresa pública para romper unilateralmente el acuerdo en el mes de diciembre de 2010.

El malestar entre los directivos de Ciudad de la Luz con la labor de Aguamarga debió de ser sobrevenido porque hasta en dos ocasiones se le había renovado el contrato. En los años 2004 y 2005. En ambos casos se mejoraron notablemente las condiciones económicas. De forma escandalosa, en opinión del PSPV. En 2004, se introdujo una cláusula por la que se abonarían 432.000 euros para «marketing» y promoción de los estudios, un pago que ya se consolidó en las siete anualidades posteriores. El 27 de junio de 2002, dos años antes de que se fijara el capítulo de gastos publicitarios en esa renovación de contrato, Ciudad de la Luz gastó 132.000 euros en uno de los actos de promoción del complejo celebrado en Madrid.

Estímulos al rodaje

En la misma línea, los estudios de rodaje desembolsaron 114.000 euros por su participación en el Festival de cine de San Sebastián. En esa primera renovación contractual de 2004 también se introdujo una «aportación» de 237.000 euros para «gastos de mantenimiento, explotación y gestión del complejo», según la documentación que ayer exhibió la diputada Eva Martínez. Precisamente la «gestión del complejo» es el servicio que se abonaba con el canon de 1,2 millones, por lo que los socialistas entienden que hubo una duplicidad de pagos.

Pese al fracaso del proyecto o precisamente por eso, en la segunda extensión del contrato, en 2005, se incluyó una prima de un millón para Producciones Aguamarga que se abonaría el día en que «se instale la primera producción audiovisual de prueba de las instalaciones» y como «compensación» de las grabaciones «hasta ahora gratuitas», según estipulaba el contrato. Lo cual lleva a pensar que hasta 2005 no se pagó por el rodaje de películas. La cifra se abonó en cuatro mensualidades a razón de 250.000 euros cada una. Entre los estímulos al rodaje se incluyen los 5,7 millones abonados a una productora.