Las delegaciones del Consell, cuyos máximos responsables en Alicante, Castellón y Valencia fueron destituidos hace seis meses, también han desaparecido del nuevo organigrama de Presidencia de la Generalitat a pesar de que sí están contempladas en las cuentas públicas de 2014. El nuevo decreto que rediseña el área de Presidencia tras la remodelación en el área de Comunicación ya no contempla unas oficinas pensadas para impulsar la acción de Gobierno en las provincias. Con los ceses de los delegados comenzó a socavarse el poder de la secretaria autonómica de Presidencia, dependiente de José Císcar.

Con todo, las delegaciones seguían funcionando. De hecho disponen de media docena de funcionarios por provincia. El nuevo organigrama que refuerza a Lola Johnson certifica la desarticulación de estos departamentos. Para el diputado socialistas Rafael Rubio se trata de «otra vuelta de tuerca en la estrategia de ir apartando apartando a Ciscar de los órganos de decisión».