Un duelo entre el secretario general del PSPV, Ximo Puig, y el diputado provincial de Valencia, Toni Gaspar, inauguró ayer de facto la pugna de las primarias socialistas para elegir candidato a la Generalitat. El mismo día que Ferraz ponía la primera piedra para adelantar la celebración de las votaciones internas en la federación socialista valenciana, los dos aspirantes -falta por ver el camino que toma Francesc Romeu- se midieron en el primer «round» de un largo combate que les debe conducir a la convocatoria del segundo fin de semana de marzo, fecha en la que se prevé celebrar la votación.

Toni Gaspar anunció ayer su intención de competir con Puig durante un acto en Valencia en el que «vendió» la novedad frente a la larguísima hoja con más de tres décadas de servicio del secretario general del PSPV. «Tenemos que mirar a 2015. No volver la vista a 1983», aseguró Gaspar que tiene 40 años y que fue colaborador de Jorge Alarte. Fue destituído por la ejecutiva de Ximo Puig como portavoz socialista en la Diputación de Valencia. El núcleo duro del alartismo -Ángel Luna, Carmen Martínez o Josep Moreno, por ejemplo- están alineados con el lermista Ximo Puig en este envite.

«Un candidato que hace lo que dice y que dice lo que hace puede ayudar a recuperar la confianza y a dar credibilidad», aseveró el aspirante para justificar su decisión de enfrentarse al reto. «Es el momento -lanzó en clave externa- de ofrecer una alternativa seria, que dé esperanza a miles de valencianos afectados por la arrogancia, la injusticia y la incompetencia de los poderes políticos y económicos que nos han llevado al desastre». Y, más allá de eso, rechazó las opciones de los que dentro del PSPV se encomiendan, casi en exclusiva, a la opción de un «tripartito». «Quiero que mi partido sea la solución y no se resigne a ser una tercera o cuarta parte de ella», resaltó para asegurar que «no me gustó» el último sondeo aireado por la ejecutiva que daba a los socialistas la opción de gobernar pactando con Compromís y EU.

Ximo Puig, por su parte, «actuó» en el Club de Encuentro Manuel Broseta de Valencia, donde ofreció una conferencia titulada «La decisión valenciana». El secretario general del PSPV presentó una propuesta para sacar a la Comunidad del «atasco». Planteó medidas contra la corrupción como que los cargos públicos firmen un código ético y una propuesta de «refundación» de la Generalitat para que sea una administración «fuerte pero sin grasa». La política del PP de «prioridades irracionales y falsos sueños de grandeza» le ha costado a la Comunidad, según Puig, «una continuada discriminación como consecuencia de nuestra invisibilidad en España». «La salida debe tener -aseveró el dirigente socialista durante la conferencia- dos miradas: hacia dentro reiniciando el autogobierno, con una regeneración moral; y hacia fuera, reposicionándonos en el conjunto de España y creando si es necesario el problema valenciano».