Los conflictos internos del PP volvieron a concentrar ayer todos los focos en la rueda de prensa del vicepresidente de la Generalitat, José Císcar, posterior al pleno del Consell. Los líos en el seno de la formación política tienen nombre y apellido: Milagrosa Martínez y Gema Amor. La primera es la evidencia de que, a día de hoy, los casos de corrupción margan la labor del grupo popular de las Cortes, incluso con diputados ya procesados y pese a la «línea roja» marcada del titular del Ejecutivo autonómico, Alberto Fabra. La segunda simboliza el distanciamiento, cada vez más evidente, entre Fabra y el núcleo de afines al expresidente de la Generalitat, Francisco Camps tras la oferta de vuelta al partido realizada por parte del actual líder del Consell a Gema Amor. Los campistas se oponen a que la ahora teniente alcalde regresa a las filas populares.

Los frentes acorralan a Fabra pero fue su número dos en el Gobierno valenciano fue el que se vio obligado ayer a dar la cara ante los medios de comunicación y aclarar lo relativo al futuro de «La Perla» como al posible regreso de Gema Amor. «No digo que sea imposible pero es extremadamente difícil», apuntó Císcar para quedar bien con los suyos -que le afean que asistiera a la reunión- sin desairar a Fabra, que sigue con su idea de atraerse a la exconsellera. El vicepresidente admitió la reunión entre el presidente de la Generalitat y Gema Amor aunque aseguró que los asuntos que se trataron en el encuentro no tuvieron nada que ver con el reingreso de la exconsellera en la formación política. «Se abordaron temas municipales y de turismo. No es verdad que se le pidiera su vuelta al PP», concluyó Císcar a pesar de que, como adelantó este periódico, fue Fabra el que sondeó a Gema Amor sobre su regreso al PP como una de las vías para intentar sumar apoyos que les permitan remontar las encuestas de cara a 2015. La tensión interna, sin embargo, puede acabar poniendo en jaque la operación del jefe del Consell, firme partidario de la vuelta de la primera teniente de alcalde benidormí.

La salida del grupo popular de las Cortes de Milagrosa Martínez fue el otro frente que tuvo que abordar Císcar. Hay que tener en cuenta que pese a la renovada «línea roja» de Fabra contra los procesados por casos de corrupción, Milagrosa Martínez se niega a abandonar las Cortes. La alcaldesa de Novelda se sentará en el banquillo de los acusados el próximo 31 de marzo por la rama valenciana de la trama Gürtel, junto a la exdiputada Angélica Such, quien sí ha seguido el dictado del presidente y abandonó, hace más de una semana, su escaño. Nada que ver con «La Perla». Lejos de seguir una actitud similar a la de su compañera, la primera edil noveldense se ha paseado durante toda la semana por las Cortes dando muestras de calma y serenidad. Milagrosa no está sola. Entre sus apoyos se encuentra el presidente de la Diputación de Valencian, Alfonso Rus, quien durante los últimos días ha llegado a rebatir la doctrina de Fabra y asegurar ante los medios que no apoyará la expulsión. «Respetamos todas las opiniones», apuntó Císcar, en este sentido, aunque volvió a recordar que la «ejemplaridad» de los cargos políticos está por encima de todo. En la misma línea, el también portavoz del Consell aseguró que en el caso de Milagrosa «se impondrá la sensatez» y «se resolverá».

Esta vez, el número dos del Gobierno autonómico no quiso arriesgarse y no dio fechas de cuando se producirá la salida de Milagrosa pese a que hace una semana sí se atrevió a vaticinar que sería «en breves». Las insistencia del titular del Consell no ha dado, por ahora, frutos. Fabra llegó a reunirse en privado con la diputada, el pasado jueves, para zanjar el asunto sin levantar polvareda. Sin embargo, «La Perla» volvió a cuestionar la autoridad del presidente. Todo apunta a que si, finalmente, el jefe del Ejecutivo autonómico quiere evitar la foto de Milagrosa Martínez sentada en el banquillo mientras mantiene su acta como parlamentaria en las Cortes tendrá que actuar con el riesgo de que afloren de manera pública aún más, si cabe, las tensiones internas de la formación. «No tiene vuelta de hoja», sentenció José Císcar.

Pero la trama Gürtel no se acaba con Milagrosa Martínez. De hecho, el caso dio más de sí ayer durante la rueda de prensa de Císcar, que llegó a tachar de «exageración» que se hable de «una trama generalizada en la Generalitat» a la par que rechazó que «se meta a todos en el mismo saco». El Consell, en todo caso, vino a asegurar Císcar, sólo se personará en el procedimiento «cuando se tenga el ofrecimiento de acciones por parte del magistrado.