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El apoyo de C's a Echávarri abre la puerta a un gobierno de izquierdas en la Diputación

El partido de Albert Rivera baraja encumbrar a la Presidencia a un dirigente socialista si Compromís no forma parte del equipo de gobierno

El apoyo de C's a Echávarri abre la puerta a un gobierno de izquierdas en la Diputación

Alicante, Elche, Torrevieja, Elda, Petrer, Novelda, Dénia, Altea, La Vila, Santa Pola, Pilar, San Vicente, Sant Joan... El batacazo electoral que sufrió el PP el pasado 24-M se ha traducido ya en la pérdida de grandes alcaldías. La pesadilla, sin embargo, puede no haber llegado a su fin. Todavía queda por saber qué ocurrirá en la Diputación. Hasta este pasado sábado, cuando se constituyeron 139 de los 141 ayuntamientos de la provincia -El Campello y Benejúzar están pendientes de sendos recursos-, José Císcar parecía tener vía libre para presidir en minoría la institución provincial. El reparto de escaños dejó al PP con 15 diputados en la próxima corporación , a uno de la mayoría absoluta, pero el veto que impuso Ciudadanos (C's) a Compromís hacía inviable un posible acuerdo entre el partido de Albert Rivera y las fuerzas de izquierda. El sábado se produjo un punto de inflexión. C's brindó su apoyo a Gabriel Echávarri en el pleno de investidura de Alicante y, en la práctica, arropó también a Compromís, que ya había sellado previamente una entente con el PSOE para entrar a formar gobierno en la capital. «Hemos votado a favor para que no esté condicionado por los planteamientos radicales», se excusó el candidato de C's, José Luis Cifuentes.

El veto a Compromís, por ende, ha sufrido ya su primera excepción. Y no ha sido la única. En Santa Pola se ha dado una situación similar. C's era la llave y ha terminado dando el poder a la socialista Yolanda Seva, que gobernará también con la coalición en detrimento del popular Miguel Zaragoza.

Ambas pueden no haber sido las únicas excepciones. Fuentes de C's corroboraron ayer a este diario que están abiertos a alcanzar un posible pacto con la izquierda para desalojar también al PP de la Diputación. Especialmente, si José Císcar es el candidato. La formación que dirige Rivera a nivel nacional considera «prioritario» dejar atrás «el reguero de corrupción» que arrastran los populares en la Comunidad y baraja muy seriamente la posibilidad de encumbrar a un dirigente socialista a la Presidencia de la institución provincial.

Las cartas ya están sobre la mesa. Aunque de momento ha habido conversaciones informales con el secretario general del PSPV en la provincia, David Cerdán, C's tiene muy claras cuáles serían sus condiciones para alcanzar un acuerdo. Una de ellas pasaría por que Compromís no entrara a formar parte del próximo gobierno de la corporación. La oferta es sencilla: ofrecería su voto a los 11 diputados socialistas que, junto a los tres de Compromís y al que tendrá Acord Ciutadà (EU), suman un total de 16. Justo, la cifra necesaria para gobernar en mayoría.

Esta y otras incógnitas se irán despejando a lo largo de la semana. Quemada ya la etapa de la constitución de los ayuntamientos, los partidos se centrarán desde hoy en la recogida de avales para elegir a los próximos diputados provinciales. El presidente del PP en Alicante, José Císcar, iniciará esta misma mañana los trámites para garantizarse un puesto en el Palacio Provincial y abortar así cualquier posibilidad que le puede quedar a la actual inquilina de la Diputación, Luisa Pastor. La ya exalcaldesa de San Vicente -un pacto de izquierdas a cuatro bandas la apartó el sábado de la Alcaldía 14 años después- tiene intención de repetir un segundo mandato en la avenida de la Estación, pero los números no le salen. Císcar ya tiene apalabrados los avales necesarios en el partido judicial de Alicante y, salvo sorpresa de última hora, ocupará un escaño en la próxima corporación junto a los alcaldes de Mutxamel y Busot, Sebastián Cañadas y Alejandro Morant, respectivamente.

Pastor, sin embargo, continúa sin rendirse. Esta semana intensificará los contactos con alcaldes y concejales para sondear sus posibilidades. Si termina en fuera de juego, su carrera política podría tocar a su fin. El sábado renunció a la portavocía del PP en San Vicente y se quedará por ahora como edil rasa en la oposición. Si sus aspiraciones de presidir de nuevo la Diputación se ven truncadas, podría incluso renunciar al acta, según deslizan desde su entorno próximo.

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