El presidente de la Generalitat Valenciana y líder del PSPV en la Comunidad, Ximo Puig ,evitó ayer hablar sobre la candidatura del exsecretario general de los socialistas españoles, Pedro Sánchez, quien confirmó el pasado fin de semana que se postulará para dirigir la formación del puño y la rosa, de la que dimitió en octubre tras forzar un sector de la ejecutiva su salida.

Puig, uno de los 17 dirigentes que propició la caída de Sánchez y la formación de una gestora, señaló ayer a preguntas de los periodistas que sobre el tema Sánchez no tenía nada que decir. El silencio sobre el que fuera líder de los socialistas españoles -y por el que le preguntaron los periodistas mientras Puig estaba acompañado del alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, quien fue uno de los grandes valedores de Sánchez tras estallar la crisis en el seno del partido- contrasta con los comentarios que el jefe del Consell realizó sobre la postulación de Patxi López. No precisamente sobre su persona, pero haberlos, los hubo. Puig dijo sobre la candidatura del exlehendakari que la cita al congreso del partido tiene que ir de la mano de «propuestas» y dejó caer que no debe servir para «corretear por los pasillos del poder». Sobre Pedro Sánchez ni eso.

Estas declaraciones las realizó el presidente de la Generalitat tras el acto de constitución en Alicante del comité institucional de la Volvo Ocean Race, del que dio cuenta ante los medios de comunicación junto al alcalde alicantino.

Y si Ximo Puig eludió avalar a Sánchez, que ayer estuvo en Castellón -tierra del jefe del Consell- reforzando su candidatura con los militantes y las bases, tampoco se arrancó a defenderle Gabriel Echávarri, quien ha enfriado de manera notable su apoyo al exsecretario de los socialistas del país. «Si viene a Alicante será bien recibido, como si viene Patxi López o cualquier otro candidato. A partir de ahí, todo el tiempo, esfuerzo, ilusión y trabajo lo dedico a la ciudad de Alicante. Y así lo haré», señaló el alcalde de la capital alicantina.

El regidor, que tras el estallido del partido en dos se posicionó al lado de su amigo Pedro, no quiso ir ayer más lejos de lo que mandan los cánones de la prudencia del que sabe que no puede echarle un pulso a los que le miran desde arriba. Y es que el mentor de Echávarri, Ángel Franco, exsenador y uno de los hombres fuertes de la formación en Alicante, mostró su distanciamiento con Pedro Sánchez en el comité federal que el partido celebró en octubre para votar, como quería Sánchez, la celebración de un congreso extraordinario con primarias en tres semanas. Ese bochornoso comité fue el foro donde se escenificó, con la mano alzada, la ruptura de la formación, tanto a nivel estatal como provincial. Franco votó en contra de las primarias exprés, al igual que Puig, y Echávarri votó lo contrario.

Tampoco entró Puig a valorar la polémica a la que dio pie un comentario de la diputada autonómica de Podemos, Llum Quiñonero, que comparó en su muro de Facebook al alcalde de Alicante con un maltratador. La formación morada se enfrentó la semana pasada a numerosas críticas, ya que Quiñonero es presidenta de la Comisión de Igualdad de las Cortes Valencianas. «Hay muchas polémicas que se retratan por sí mismas», señaló Puig, y eludió responder a la pregunta de si iba el PSPV a solicitar su dimisión de la Comisión de Igualdad. Su partido, a nivel municipal, salió en defensa de Echávarri, quien pidió la cabeza política de la diputada de Podemos. El alcalde dijo que si eso hubiera dado en las filas socialistas, ya no sería un cargo público.