No sólo se encontrará el Consell la resistencia del Ministerio de Hacienda, Cristóbal Montoro, a incluir en el nuevo sistema de financiación una condonación de deuda -la Generalitat reclama al menos 20.245 millones- como compensación por más de dos décadas de expolio en el reparto de los fondos autonómicos. También se tendrá que enfrentar el tándem que forman Ximo Puig y Mónica Oltra a la resistencia de la vieja guardia socialista -Andalucía, Extremadura y Asturias- que se opone a una quita en la que autonomías como la Comunidad o Cataluña recibirían una aportación extraordinaria después de tener que atender durante años a todas sus competencias -servicios básicos como Sanidad, Educación o Bienestar Social- sin los recursos necesarios y a gran distancia de lo que reciben otros territorios.

El debate se encendió esta misma semana cuando el profesor Ángel de la Fuente, el experto de Montoro en la comisión técnica y director de la prestigiosa Fundación Fedea, durante un acto organizado por el Club INFORMACIÓN, se mostró contrario a la inclusión en el nuevo sistema -pendiente de las elecciones catalanas y de la negociación entre comunidades- de una reducción de deuda para aquellas comunidades afectadas por la infrafinanciación. Para entonces, el Gobierno valenciano ya había remitido a Montoro un documento en el que, junto a un incremento en la cesión de impuestos para ingresar algo más de 1.900 millones anuales, se planteaba un sistema de condonación de deuda en dos tramos -uno general para todas las autonomías y otro específico para los gobiernos que han sufrido la infrafinanciación- en varios plazos anuales.

Pero al margen de la evidente voluntad del Ejecutivo de Mariano Rajoy de dilatar la reforma de un sistema que lleva cuatro años caducado y que, conforme al acuerdo tomado en enero durante la Conferencia de Presidentes celebrada en el Senado, tenía que haber culminado antes de finalizar este 2017, la petición de la Generalitat no sólo se ha topado con las resistencias de Madrid sino también con las del propio PSOE, en un asunto que ha vuelto a evidenciar las débiles costuras del proyecto territorial de Ferraz. Puig siempre ha dejado claro que su posición en los grandes asuntos sólo responde a las necesidades de la Comunidad, a la relación de lealtad con sus socios de Compromís y en ningún caso a lo que marcan otros barones del PSOE o la cúpula madrileña del partido

A la propuesta del Consell se han sumado la presidenta de Baleares, Francina Armengol, con la que Puig tiene gran afinidad personal; el castellano-leonés Luis Tudanca; y el primer secretario de los socialistas catalanes y candidato en las elecciones del próximo 21 de diciembre, Miquel Iceta, que también plantea una quita para Cataluña y la posibilidad de recaudar sus propios impuestos. Esa alianza con Iceta se visualizará este fin de semana cuando Puig, a la vuelta de Canadá, comparta actos de campaña en Barcelona con el líder del PSC. A eso se oponen la andaluza Susana Díaz, el extremeño Guillermo Fernández Vara, el asturiano Javier Fernández o el aragonés Javier Lambán. La vicepresidenta Oltra, en los pasillos de las Cortes, salió ayer a defender en público la posición del Gobierno valenciano que, además, se explicitará en una resolución parlamentaria a favor de esa compensación de 20.245 millones que ya ha registrado el grupo socialista en las Cortes y que seguro se aprobará.