A Ximo Puig le tocó acudir a la tradicional recepción que el Rey Felipe VI concede a los presidentes autonómicos después de su toma de posesión en una jornada clave para el futuro de España. Visitó el presidente de la Generalitat el Palacio de la Zarzuela apenas 24 horas después de la primera investidura fallida para Pedro Sánchez y solo 24 antes de que hoy se produzca un desenlace que pinta muy complicado salga lo que salga adelante. O hay un gobierno entre los socialistas y Podemos de alto voltaje con una negociación que se alargará, con toda seguridad, hasta minutos antes de que arranque hoy la segunda votación en el Congreso. O continúa el bloqueo y España toma el rumbo camina de una repetición electoral para el mes de noviembre. Susto o muerte. Con ese escenario que preocupa notablemente en el Botànic II por los efectos colaterales que puede tener en la escena valenciana los conflictos en Madrid de los socialistas con Compromís y Podemos, Puig se presentó en la Zarzuela con el relato que, precisamente, Pedro Sánchez ha ninguneado durante esta sesión de investidura: la «urgente» necesidad que tiene la Comunidad de un nuevo sistema de financiación autonómica que repare el maltrato sistemático que sufren los valencianos.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, le trasladó la obligación de que se acometa la reforma del modelo de financiación autonómica -caducado desde hace casi seis años y bloqueado tanto en el mandato de Mariano Rajoy como en el de Pedro Sánchez- para «proteger el estado de bienestar y garantizar la igualdad entre los españoles». De una audiencia de la que se destacó el «buen momento» que vive la Comunidad vinculado al «clima de confianza» generado en los primeros cuatro años de la izquierda en la Generalitat, Puig dibujó el encaje valenciano como una «parte fundamental del futuro de España» y, por ello, reivindica un cambio en el modelo de financiación que «garantice la igualdad» de los ciudadanos con independencia del territorio en el que vivan. «La Comunidad Valenciana necesita más visibilidad y el Rey nos ayuda», aseveró el jefe del Consell sobre el papel del monarca. El presidente de la Generalitat y Felipe VI departieron sobre los problemas del sector citrícola o sobre el impacto que puede acabar teniendo el «brexit», sobre todo después del acceso ayer mismo de Boris Johnson como primer ministro, en la industria turística, especialmente importante en el PIB de Alicante.
Ximo Puig mostró su voluntad de contribuir a una participación activa en la construcción de «una España diversa y plural, que hay que ver como aportación desde las distintas miradas» en un espacio de «lealtad institucional» a la Corona que, en su opinión, está «claramente cimentada en esa visión de una España democrática y profundamente respetuosa con los hechos diferenciales». Esa visión, aunque Puig no la citó explícitamente, tiene que ver con el modelo de Estado que el jefe del Consell defiende ligado a una monarquía federal con un respeto absoluto a la diversidad lingüística y cultural. Hablamos de la evolución del modelo autonómico hacia el federalismo con estructuras propias como la reforma del Senado para convertirlo en un foro territorial sin competencias como cámara legislativa de segunda lectura pero que, a su vez, pudiera asumir en exclusiva debates que ahora se concentran en el Congreso; o la institucionalización de la conferencia de presidentes autonómicas con calendarios previstos en fechas protocolizadas en el calendario institucional.
El problema, en cualquier caso, es la inestabilidad que preside ahora mismo la escena política española. La reunión se celebró con todas las miradas apuntando, de hecho, a los contactos entre los socialistas y Podemos con el mediodía de hoy como fecha tope para que el fantasma de una repetición electoral no asome ya con fuerza. Lo que ocurra en Madrid tiene un impacto sobre las relaciones dentro del Botànic. Los socios de la izquierda valenciana miran con esperanza y a la vez con preocupación esos desencuentros. No solo por la pérdida de confianza entre el PSOE y los morados sino también por el golpe que eso supone para Compromís, muy descontento con Pedro Sánchez. «Pase lo que pase, por los discursos que se han escuchado en el Congreso, los que van a salir perdiendo son los valencianos», se resignó Fran Ferri, portavoz de Compromís. Pues eso.
Invitación al monarca para que acuda en Elche al Misteri en 2020
Durante la tradicional audiencia que el Rey concede a los presidentes autonómicos tras su toma de posesión, el jefe del Consell, Ximo Puig, departió con Felipe VI sobre diferentes cuestiones aunque también hubo tiempo para diseñar una nueva visita del Monarca a la Comunidad. Al margen de los asuntos vinculados a la situación general de España y de la Comunidad Valenciana, el presidente de la Generalitat realizó un ofrecimiento al Rey en clave cultural: poder acudir a la Basílica de Santa María para una representación del Misteri d'Elx. El monarca se mostró muy interesado con la posibilidad de cumplir con la cita aunque, obviamente, deberá cuadrarlo en agenda. El drama asuncionista medieval está declarado desde 2001 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es una de las grandes joyas culturales de la Comunidad Valenciana. Por todo ello, el jefe del Consell trasladó una invitación formal a Felipe VI para que acuda a la convocatoria extraordinaria de octubre del año que viene. Como se recordará, la representación del Misteri se celebra anualmente y coincide con la Virgen de la Asunción del 15 de agosto. Cada dos años, sin embargo, se programa una sesión extraordinaria prevista, en esta ocasión, para octubre de 2020. Y para esa fecha es la invitación que Puig trasladó a Felipe VI, a expensas únicamente de la confirmación definitiva de la agenda del monarca.
El quinto presidente que acude a la tradicional audiencia en La Zarzuela
Antes de la recepción de ayer en la Zarzuela, Ximo Puig ya acompañó este lunes a la reina Letizia en el acto celebrado en Valencia en el que se presentó el Centro Mundial para la Alimentación Urbana Sostenible. El jefe del Consell el quinto presidente autonómico que se reúne con el Rey Felipe VI en esta ronda de audiencias tras las elecciones autonómicas. Ya pasaron por el Palacio la semana pasada Guillermo Fernández Vara (Extremadura), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Miguel Ángel Revilla (Cantabria) y Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León).
