Las controvertidas manifestaciones vertidas por el único representante de Compromís en la Diputación de Alicante, Gerard Fullana, durante el pleno celebrado el pasado miércoles, han motivado que la plantilla de trabajadores de la institución provincial haya salido a defender su honorabilidad. El diputado valencianista afirmó, sin apoyarse en prueba alguna, según denuncia la Junta de Personal, que hay funcionarios que podrían estar incurriendo en prevaricación y desarrollando su labor al servicio de intereses partidistas y cometió, en ese preciso instante, uno de los peores errores que se pueden tener en política, como es echarse encima a los técnicos de la casa. La reacción no se hizo esperar y ayer mismo la Junta de Personal registró un escrito acusando a Fullana de denigrar a los empleados y exigiendo, como era de esperar, su inmediata rectificación, mientras que el sindicato CSIF fue mas allá y reclamó, directamente, que presente su dimisión.

«Hay funcionarios de esta casa que podrían estar prevaricando… Detectamos cierta conveniencia de determinados técnicos con algún interés partidista». Esas fueron exactamente las polémicas declaraciones que el portavoz de Compromís realizó durante el acalorado debate en el que se aprobó el informe de Intervención que obliga a los grupos integrados en la corporación a devolver las facturas sin justificar de los años 2015 y 2016.

El presidente de la Junta de Personal de la Diputación, José L. Tafalla, en nombre de toda la plantilla, presentó ayer el escrito manifestando que les parece «absolutamente inaceptable verter opiniones sobre la generalidad del funcionariado con acusaciones tan graves como la prevaricación». Y todo ello, recoge el documento, sin aportar pruebas, «y en base a una opinión o tesis personal». Los funcionarios dejan claro que dichas declaraciones han causado un «profundo malestar» entre la plantilla, que «ha visto atacada su dignidad». Por todo ello, arremetieron ayer contra el valencianista, reprochándole que «defender lo público también pasa por dignificar a sus funcionarios y no denigrarlos ofendiendo su dignidad».

Lo que los trabajadores han pedido al presidente de la Diputación, Carlos Mazón, es que dé cuenta del escrito en el próximo pleno y lo que esperan es «escuchar o leer una sincera rectificación pública de esas declaraciones, deseando no volver a ser espectadores de tamañas injustas declaraciones en el futuro».

El CSIF, por su parte, presentó otro documento, dirigido en este caso a Fullana, advirtiendo de que «no van a consentir ningún tipo de declaración de nadie que atente contra la ética y la integridad moral de los trabajadores».