La dirección nacional del PP ha cerrado filas con el presidente de la Diputación de Alicante y líder del PP en la provincia, Carlos Mazón, y ha defendido su manera de proceder en cuanto a la polémica generada por la vacunación del diputado y alcalde de La Nucía, Bernabé Cano. Desde Génova han insistido en que ya se le ha abierto un expediente informativo y, además, se le han quitado competencias respecto a su cargo como diputado provincial. «El partido ha llegado hasta donde podía llegar», confirmaron a este medios fuentes oficiales de la dirección nacional del Partido Popular. 

No obstante, Pablo Casado mantuvo ayer un discurso completamente diferente en una entrevista en la Cadena Ser: «Todos los políticos que se han saltado la cola en la vacunación deben dimitir como en mi partido han hecho. No estoy pasando ni una, estoy marcando un baremo de ejemplaridad claro para todo el partido». En la provincia no ha dimitido ni un solo dirigente del PP. Ni Bernabé Cano; ni el concejal de Orihuela, José Galiano; y tampoco el diputado provincial, Juan Bautista Roselló. Ninguno de los tres se encontraba entre los grupos prioritarios de vacunación, aunque, en el último caso, el dirigente popular trabaja en un centro psiquiátrico en el mismo edificio que los enfermos y sanitarios. Pese a que Pablo Casado indicó que todos los cargos que se han saltado la cola deben dimitir, desde el PP provincial no han confirmado si apoyarán las mociones que el PSOE y Compromís han presentado al pleno de la Diputación para instar a Cano a que deje el acta. Los grupos de la izquierda pretenden forzar al PP a apartar al diputado y alcalde de las instituciones. Sin embargo, es el líder de Ciudadanos en la Comunidad, Toni Cantó, quien ha tomado la batuta para evidenciar su papel central en esta polémica y admitir públicamente, y con contundencia, que el dirigente del PP tiene que dejar el acta. Los dos diputados de la formación naranja sostienen el acuerdo en el Palacio Provincial, por lo que su posición es clave en este asunto. 

La titularidad del escaño es personal y ese es uno de los argumentos que da el PP para escudarse en que el partido no puede obligarle a dimitir: «Es una decisión que depende de él», alegan. La dirección nacional del PP indicó que suspenderlo de militancia no es competencia del Comité de Derechos y Garantías Nacional. Añadieron, además, que, cuando termine la investigación que se ha iniciado y se conozca el resultado del expediente informativo, «se tomará la decisión oportuna». La postura que ahora defiende el PP se adopta después de que el propio Pablo Casado insistiera en «la medida de ejemplaridad» que exige para los cargos públicos de su formación que se pusieron la primera dosis pese a no pertenecer a los grupos prioritarios, como hizo el consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas, que finalmente acabó dimitiendo por la presión de Ciudadanos, aunque en este caso no era un cargo electo. «Lo importante es que los españoles empiezan a ver que en el PP no solo no se toleran las irregularidades en materia de gestión pública, sino que, además, se quiere dar un paso más en ejemplaridad», dijo Casado, para añadir que «un partido debe saber lo que se exige desde la dirección nacional y obrar en consecuencia». Sin embargo, el PP provincial ha dado todo tipo de argumentos para justificar la vacunación de Bernabé Cano. Además, la presidenta del Partido Popular en la Comunidad, Isabel Bonig, también destacó la importancia del expediente informativo que la dirección provincial ha abierto y mantuvo el mismo relato de Génova al indicar que «hay que esperar el resultado». El PPCV ha pedido la constitución de una comisión de investigación en las Cortes para que se analicen todos los protocolos que marcan la vacunación y saber las instrucciones que desde la Conselleria se ha dado a los diferentes departamentos de salud: desde los protocolos, las instrucciones o los responsables hasta los vacunados. «Hay que ir hasta el final en este tema», dijo Bonig. 

Gutiérrez y Maciá emulan a Mata y Oltra con una discusión en las redes

Los constantes rifirrafes que en los últimos meses han protagonizado Manolo Mata y Mónica Oltra en redes socialistas ahora han tenido su réplica en la provincia de Alicante. Eso sí, hay importantes diferencias porque, en este caso, los protagonistas no forman parte del mismo gobierno. El portavoz de Ciudadanos en la Diputación, Javier Gutiérrez, y la diputada socialista Patricia Maciá emularon ayer a Mata y a Oltra al enzarzarse en una discusión en Facebook a cuenta de los incumplimientos de las restricciones por parte de determinados cargos públicos. Javier Gutiérrez reprochó que el portavoz socialista en la Diputación, Toni Francés, se haya mudado a Penáguila cuando Ximo Puig está pidiendo la menor movilidad para evitar contagios: «Lo menos que se puede pedir es ejemplaridad», para criticar que «Toni Francés tiene que dar explicaciones por entrar y salir de una ciudad cerrada perimetralmente que está entre las peores en cuanto a datos covid».

Minutos después de publicar su comentario, la diputada socialista y concejala ilicitana, Patricia Maciá, salió en defensa de su portavoz en la institución y afirmó que Francés lleva diez días viviendo en Penáguila y que el fin de semana fue a Alcoy a un acto institucional por motivos de trabajo: «Poner la sombra de la duda sobre este caso, no sé si para tapar casos con mucha enjundia de diputados del PP, no me parece correcto», publicó.