Llegó a las 10.35 y se marchó a las 11.10 horas. Treinta y cinco minutos le sirvieron al presidente del Gobierno para conocer el proceso de transformación de uno de los barrios más humildes de Elche donde conviven viviendas en estado de ruina con modernas y esbeltas torres que se han levantado en San Antón con fondos públicos, incluidos los del Gobierno central, para realojar a sus vecinos.
Su vista relámpago a la ciudad de las palmeras, las que pudo divisar desde la azotea del inmueble recién construido frente a la carretera de Santa Pola, permitió a Pedro Sánchez conocer uno de los ejemplos pioneros de lo que supone el concepto abstracto de regeneración urbana del que, según el alcalde, Carlos González, se quedó «impresionado». Son palabras en boca del primer edil puesto que el jefe del Ejecutivo no realizó declaraciones a la prensa durante su presencia en un barrio blindado de Policía.
«Ha podido ver pisos nuevos y de diseño similar a los de sectores de enfrente, conviviendo todavía con los inmuebles antiguos que están pendientes de derribo», dijo el regidor socialista, quien también aseguró que el presidente del Gobierno valoró el hecho de que las viviendas tuvieran calificación energética clase A.
Esa media hora que estuvo en Elche entre las paredes del edificio de San Antón también fue aprovechada por el primer edil para pedirle financiación con tal de poder seguir construyendo edificios sociales para realojar a los 2.000 vecinos del barrio en un millar de viviendas nuevas tras el derribo de los 15 edificios que integran San Antón. El objetivo es contar con un millar de casas renovadas y para ello los fondos del Gobierno Central son claves. El Ayuntamiento exprimió el poco tiempo que tuvo a Pedro Sánchez en la ciudad para pedirle a él, a la ministra de Vivienda, Raquel Sánchez, y al secretario de Estado de Agenda Urbana, David Lucas, una reunión con tal de asegurarse los fondos para seguir impulsando uno de los proyectos de los que más presume el equipo de gobierno.
Desde el último inmueble que se ha construido, donde el Ayuntamiento espera entregar las llaves a sus inquilinos en los próximos meses, el jefe del Ejecutivo pudo divisar también el segundo y tercer bloques levantados desde 2015 en adelante y el solar donde se empezará este año a construir el cuarto inmueble.
La parada de Sánchez no dio para más, ni para abordar la larga lista de reivindicaciones de la ciudad en materia de infraestructuras que tiene pendiente el Gobierno central como la finalización de la Ronda Sur o las mejoras ferroviarias. El alcalde reconoció, después, que el encuentro se centró en conocer «esta importante actuación, por la que se ha interesado Pedro Sánchez, que va a significar la renovación total del barrio, su regeneración urbana y, en definitiva, la mejora de la calidad de vida de sus vecinos y vecinas». Admitió González que no hubo tiempo para más y que habrá oportunidades posteriores.
Y así, el presidente del Gobierno se marchó de Elche hacia Alicante, donde le esperaban en Alicante. No sin antes saludar a la comitiva que le esperaba en el edificio de San Antón: la delegada del Gobierno, Gloria Calero, el diputado en las Cortes, Alejandro Soler, el diputado autonómico, Francis Rubio, el conseller de Vivienda, Héctor Illueca, la consellera de Innovación, Carolina Pascual y ocho ediles del equipo de gobierno ilicitano, entre PSOE y Compromís.
