El jefe del Consell, Ximo Puig, ha valorado hoy que el hecho de haber conseguido que Bruselas levante las restricciones sobre Ciudad de la Luz y, por tanto, que el Consell recupere el control total sobre el complejo cinematográfico, supone "dar un paso adelante después de mucho tiempo en el que, desgraciadamente, se hicieron mal las cosas y hubo consecuencias". El presidente de la Generalitat se ha referido así a la gestión realizada por los anteriores gobiernos del Partido Popular en torno a un proyecto que fue impulsado en su día por Eduardo Zaplana y continuado después por Francisco Camps hasta su inauguración, en 2005. El complejo funcionó hasta el año 2012 cuando, a raíz de una demanda de unos estudios británicos, Europa prohibió la actividad y ordenó a la sociedad pública propietaria, la Sociedad de Proyectos Temáticos (SPTCV), que devolviera a la Generalitat los 264 millones de euros recibidos de dinero público en la construcción.
Puig ha considerado que las negociaciones llevadas a cabo para conseguir que la Dirección General de la Competencia de la Comisión Europea levantara el castigo cinco años antes de lo previsto inicialmente es "un ejemplo de cambio de un modelo de gestión, un cambio de paradigma". Y no solo se refleja en el resultado en torno a Ciudad de la Luz, sino que ha dicho que eso es algo que se ve igualmente en otros proyectos.
El presidente ha destacado que antes de que acabe el año tres infraestructuras emblemáticas que estaban paralizadas y sin futuro en 2015 se pondrán en marcha: la propia Ciudad de la Luz, el Ágora de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, que será un Caixafórum, y la L10 de Metrovalencia, cuyas obras estaban totalmente abandonadas cuando llegó el actual Consell y que están prácticamente terminadas ya. Sobre el complejo cinematográfico, ha destacado que en el año 2015, cuando el Gobierno del Botànic asumió las riendas de la Generalitat, "solo encontramos la posibilidad de malvender algo que había costado casi 500 millones de euros por 17 millones", mientras que ahora "es un activo para la industria audiovisual y para toda la sociedad de Alicante y la Comunidad Valenciana.
El presidente ha subrayado que esta es "una nueva forma de gestionar desde el trabajo, desde la persistencia y desde el buen uso de los recursos".
