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El Consell inyecta 610 millones en Alicante para compensar el agravio en las cuentas del Estado

El Gobierno valenciano diseña un presupuesto récord de 28.438 millones de euros por al aumento de las transferencias del Estado, el tirón de los fondos europeos y la mayor recaudación por impuestos

El Consell inyecta 610 millones en Alicante para compensar el agravio en las cuentas del EstadoPaco Calabuig

Los próximos presupuestos de la Generalitat, los de 2023, concentran la mayor inversión territorializada de toda la serie histórica para la provincia de Alicante. En total, las cuentas autonómicas inyectarán en la demarcación alicantina el 40% del montante global consignado para toda la Comunidad Valenciana en inversión territorializada, frente al 39,07% del ejercicio anterior. Traducido a cifras, 610 millones de euros que han sido anunciados por el Consell que preside el socialista Ximo Puig en un momento trascendental, cuando todavía resuena el eco del bofetón recibido de manos del Gobierno central, que ha destinado a la provincia la menor inversión por habitante de todo el país para el próximo ejercicio. Ese agravio ha obligado al Gobierno del Botànic a articular una respuesta decidida para trata de aplacar el malestar generalizado contra el reparto orquestado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Todo con el agravante de que sucede, además, en la antesala de los procesos electorales previstos para 2023, donde la izquierda valenciana se lo juega todo a una carta para retener el poder. 

El Consell encara el final de legislatura con los presupuestos más jugosos de toda la historia del autogobierno. Los socios del tripartito han pactado unas cuentas para 2023 que contemplan un balance de gastos e ingresos que asciende a 28.438 millones de euros, lo que supone un 1,7% más que en el ejercicio anterior, cuando se situó en 27.967 millones de euros. Ahora bien, el gasto real, es decir, el que se ejecuta al margen de las operaciones financieras, se incrementa en un porcentaje muy superior. En concreto, escala un 6,8% y lo hace en plena crisis. En gran medida, gracias a la inyección de fondos europeos, al hecho de que el Ejecutivo español haya permitido refinanciar la deuda de la Comunidad Valenciana través del FLA -que supera en total los 50.000 millones de euros- y al aumento previsto en las transferencias del Estado, sin olvidar que se recaudará un porcentaje muy superior en concepto de impuestos. Son cuatro factores que permiten al tripartito sacar pecho de unas cuentas expansivas hilvanadas para afrontar un contexto de excepcional complejidad y para el que se pone el acento, especialmente, en el carácter social de las cifras.

Arcadi España y Aitana Mas presentan los presupuestos para 2023.

 El proyecto presupuestario recibió este viernes luz verde en el pleno del Gobierno autonómico y, acto seguido, fue registrado en las Cortes Valencianas, donde inicia ahora el recorrido parlamentario para su aprobación, antes de final de año. En cualquier caso, la confirmación de las cuentas, su activación, está garantizada gracias a la mayoría de izquierdas que suman el PSPV, Compromís y Unides Podem, los grupos que sustentan al Ejecutivo. 

Gasto social de cara al ejercicio presupuestario de 2023

 La vicepresidenta de la Generalitat, Aitana Mas, y el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Arcadi España, destacaron que con este presupuesto, el octavo desde que el Botànic cogió las riendas de la Generalitat, «se lanza un mensaje de estabilidad en un contexto de incertidumbre», sobre todo por la escalada inflacionista y la crisis energética derivada de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Todo cuando aún colean las consecuencias del bloqueo generado por la pandemia de covid. En ese escenario, precisamente, el presupuesto para el próximo año presenta un avance sustancial en materia de gasto real, que asciende a 22.116 millones de euros, un 6,8 % por encima del que está actualmente en vigor, que suma 20.716 millones. En definitiva, 1.400 millones de euros más en términos absolutos, según los datos aportados por la propia Generalitat. Para hacerse una idea de la magnitud de las cuentas conviene echar la vista atrás. El presupuesto que maneja ahora la izquierda valenciana es un 70% mayor que el de hace ocho años, cuando arrebató el poder a la derecha tras dos décadas de gobiernos del PP. En 2015, el gasto no financiero era de 13.001 millones. 

Reequilibrio

España subrayó que el presupuesto de la Generalitat «tiene que estar equilibrado y reequilibrar situaciones históricas que no han estado bien tratadas». Sin rodeos, hizo referencia directa a la provincia de Alicante. En ese sentido, destacó que buena parte de las inversiones del área de Política Territorial se centrarán en la demarcación alicantina, tal y como adelantó INFORMACIÓN. En concreto, del montante global que se destine a la construcción de infraestructuras, el 50% se invertirá en Alicante, en torno a 148,7 millones. El conseller explicó que, de esta forma, se pretenden compensar agravios como el que se ha visto en los Presupuestos Generales del Estado, aunque recordó que las cuentas del Gobierno de España se están perfilando ahora, durante el periodo de enmiendas en el Congreso. Con ese encaje del puzzle presupuestario, la Administración valenciana responde a la consigna planteada por el jefe del Consell, que conminó a las consellerias a tener una especial sensibilidad con la provincia debido al tsunami de críticas que ha generado el proyecto presupuestario del Ejecutivo central, en coalición entre el PSOE y Unidas Podemos.

«Son unos presupuestos a la altura de las necesidades de las personas, fruto del diálogo, del trabajo en equipo y del consenso»

Aitana Mas . Vicepresidenta de la Generalitat

Las cuentas de la Generalitat destinan un total de 22.043 millones de euros a gasto social el próximo año, al tiempo que se superará por primera vez en la historia la barrera de los 6.000 millones de euros en ayudas, transferencias y subvenciones directas a empresas y ciudadanía, con 6.410 millones, con la intención de respaldar a la economía y las familias valencianas ante el proceso inflacionario y el incremento del coste de la energía.

Todo ello es posible gracias, en parte, al significativo aumento en la recaudación contemplado para el próximo ejercicio. La previsión que maneja el Consell es que los ingresos por impuestos directos crezcan en 2023 hasta un 15,1%, alcanzando un montante de 6.049.000 euros, mientras que los indirectos suben todavía más, situándose en un 16,3%, llegando así a los 8,9 millones de euros. Son porcentajes que, en todo caso, dan un mayor margen para reforzar el escudo social en el que pone el énfasis la izquierda valenciana. 

Ayudas al tejido productivo y a la ciudadanía valenciana

El Consell contará además en el ejercicio 2023 con el apoyo de un total de 1.188 millones de euros procedentes de fondos europeos, de los cuales 598,38 millones de euros son del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y 589,5 millones de fondos Feder y el Fondo Social Europeo. Además, a ello se sumarán los ingresos procedentes del sistema de financiación, que en 2023 alcanzan la cifra récord de 13.540, un 25% más que en 2022.

Uno de los principales condicionantes que juegan a favor de la Generalitat es el hecho de que el Gobierno central haya permitido refinanciar la deuda acumulada a través del FLA. De esta forma, decrecen en algo más de 800 millones las cargas financieras para el siguiente ejercicio, un 10,8% menos. En términos totales, se destinarán 6,6 millones a pagar deuda. 

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Otra de las novedades es que las cuentas de este año se han cuadrado sin necesidad de recurrir a partidas «ficticias», como los 1.000 millones de euros que se incluyeron el ejercicio anterior para compensar los fondos que el Gobierno central dejó de enviar para hacer frente a la lucha contra el covid. Sí se ha incluido, en cambio, la partida reivindicativa ce 1.336 millones por la infrafinanciación. También se mantienen los ingresos previstos por el FOGA histórico, esto es, lo que debe de pagar el Gobierno para hacer frente a la factura relativa a que la Generalitat asuma el gasto de los desplazados sanitarios, que suman otros 900 millones

Durante la presentación de las cuentas, Aitana Mas destacó que el presupuesto se ha vuelto a elaborar por segundo año consecutivo de manera plural y utilizando la inteligencia colectiva al servicio de un proyecto común, «atendiendo a nuestra responsabilidad como gobierno, un gobierno cohesionado que tiene como principal objetivo ayudar a las familias, aligerar las cargas del día a día». En esa línea, puso el acento en que se ha conseguido «hacer unos presupuestos a la altura de las necesidades de las personas, fruto del diálogo, del trabajo en equipo y del consenso».

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Desde el Ejecutivo autonómico se destacó que las líneas prioritarias para las cuentas de 2023 son la lucha contra la emergencia climática, la lucha contra la inflación y la protección del pleno, el refuerzo de los servicios públicos y el derecho a la vivienda, así como el fortalecimiento de las instituciones y la democracia. Son, según fuentes autonómicas, los presupuestos más sociales de la serie histórica, con un incremento del gasto social en el último ejercicio en Sanidad, Educación, Igualdad, Vivienda y Empleo de 1.560 millones, hasta alcanzar los 22.044 millones, mientras que en el año 2015 la cifra se situaba en 10.482 millones. También uno de los presupuestos que el Botànic ha aprobado con menos ruido interno, sin que afloraran batallas internas por el reparto presupuestario.  

La Ley de Acompañamiento a los presupuestos, la de medidas fiscales, que no tiene limitación temporal, como sí ocurre con el presupuesto, está previsto que sea aprobada en el próximo pleno del Consell, el viernes. 

Partidas de consellerias que impulsan los sectores productivos

Cuentas electoralistas

La oposición en las Cortes Valencias salió en tromba contra las cuentas diseñadas por el Botànic. El portavoz de Hacienda del principal grupo de la oposición, Rubén Ibáñez, sostiene que las cuentas presentadas este lunes son «electoralistas» y «van a suponer más impuestos para los valencianos, más deuda pública y un acto más de ilusionismo porque no se ejecutan».

A juicio de Ibáñez, «estamos asistiendo al primer cartel electoral del Consell de Puig porque lo que sabemos con toda seguridad es que estos presupuestos traen aparejada una subida de impuestos que colocan a la Comunidad Valenciana en líderes en España en impuestos más altos». Dijo además que «supone un crecimiento galopante de la deuda y que las generaciones futuras van a ser todavía más pobres que las actuales gracias a las políticas de Puig». También Cs y Vox rechazaron las cuentas.

Instituto Valenciano de la Memoria Democrática, en el Puerto

Desde la bancada contraria, la síndica del PSPV, Ana Barceló, defendió que son unas cuentas «consecuentes con la situación que viven las familias, los autónomos y las empresas de la Comunidad» cuando «darles respuesta es más necesario que nunca». Al mismo tiempo, resaltó «la sensibilidad especial de los presupuestos con la provincia de Alicante». Igualmente, Compromís y Unides Podem respaldaron el proyecto presupuestario.

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