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El Fibroscan

El estudio de los pacientes con enfermedades hepáticas requiere un estudio analítico completo y la realización de pruebas de imagen (ECO, TAC). Para el correcto control de estos pacientes no sólo es necesario establecer el diagnóstico de la patología de que se trate, sino también hacer un seguimiento adecuado, lo que requiere la repetición de la analítica y de las pruebas de imagen. Para el diagnóstico completo ocasionalmente es necesario hacer una biopsia hepática, esto es, obtener una muestra de tejido hepático para su análisis.

En el material obtenido se busca no sólo determinar la cusa de la lesión, sino el grado de inflamación y sobre todo la fibrosis, esto es, las cicatrices hepáticas, o fibrosis, que hubieran podido ser producidas por la patología del paciente. Este hecho es importante, puesto que a mayor cantidad de cicatrices, y por tanto fibrosis, mayor es la probabilidad de que se desarrollen otras complicaciones.

Pero hasta ahora era difícil hacer un seguimiento adecuado de los pacientes una vez iniciado el tratamiento que le correspondiera en su caso, por la obvia imposibilidad de hacer biopsias hepáticas con frecuencia.

Este problema se ha resuelto en gran medida con la aplicación de un nuevo sistema no invasivo e indoloro que permite cuantificar el grado de fibrosis con la frecuencia que se estime conveniente. Este sistema, denominado Fibroscan emite una onda que recorre el hígado y permite estimar con gran exactitud el grado de fibrosis, y por tanto la importancia de la patología del paciente. Además, puede repetirse las veces que se estime necesario puesto que de ese modo podemos comprobar la eficacia en el tiempo del tratamiento iniciado.

Por tanto la adquisición del Fibroscan en Medimar permite a los gastroenterólogos que trabajamos en este centro una adecuada atención a los pacientes con patología hepática o con sospecha de la misma, no sólo porque podemos determinar la relevancia del problema en su visita inicial -y por tanto estimar su pronóstico- sino porque podemos hacer un seguimiento adecuado a lo largo del tiempo.

Las patologías en las que el Fibroscan son de aplicación principal son todas aquellas relacionadas con las hepatitis crónicas por virus de las hepatitis B y C, y todas aquellas relacionadas con la grasa. En la actualidad el hígado graso y la hepatitis grasa no alcohólica son dos patologías de gran prevalencia en nuestro medio, y para las que un adecuado diagnóstico -hasta ahora- requería la realización de una biopsia hepática, puesto que las pruebas de imagen y los resultados analíticos no permiten diferenciar ambas entidades. Este hecho es de gran relevancia, puesto que si bien el hígado graso puede estar en relación con trastornos metabólicos, la hepatitis grasa no alcohólica puede desembocar en una cirrosis. El Fibroscan permitirá hacer un adecuado estudio inicial y seguimiento de todos los pacientes en los que se estima probada o probable la existencia de una patología hepática.

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