La degeneración macular es una enfermedad asociada a la edad que afecta a un 20% de personas mayores de 75 años. Se trata de un trastorno ocular que daña lentamente la parte central de la retina, denominada mácula, y que impide realizar ciertas actividades como conducir, leer o ver la televisión, es decir, aquellas acciones diarias que requieren una visión fina.
El doctor Javier Placeres, especialista de la Unidad de Retina y Diabetes Ocular de Oftálica explica que «la degeneración macular se debe a una alteración en el metabolismo de la retina que es incapaz de eliminar los productos de desecho y acaba produciendo perdida visual por procesos degenerativos que afectan a la misma retina».
Otros factores de riesgo asociados al deterioro de la retina son la hipertensión mal controlada, aterosclerosis, insuficiencia renal crónica, llevar una dieta rica en grasas, la exposición a radiación solar intensa y la predisposición genética o antecedentes familiares.
¿Degeneración macular seca o húmeda?
Existen dos tipos de degeneración macular. La más común, que constituye el 90% de los casos, es la degeneración macular seca o atrófica, caracterizada por la aparición de pequeños depósitos amarillos (drusas), y se produce cuando las células de la mácula, sensibles a la luz, se deterioran. En este caso, la pérdida de visión central es lentamente progresiva. Por el contrario, cuando una persona presenta degeneración macular húmeda o exudativa puede perder la visión central en un corto periodo de tiempo. Este tipo de degeneración representa un 10% de los pacientes con degeneración macular. Se caracteriza por el crecimiento de vasos sanguíneos anormales debajo de la mácula que, debido a su fragilidad, filtran fluido que se acumula debajo de la retina y terminan produciendo el daño anatómico y funcional. Estas fugas de fluido y en ocasiones sangre pueden dejar como secuela cicatrices que interfieren en la visión central.
¿Cuáles son los síntomas?
La degeneración macular no se asocia con ningún tipo de dolor o molestia ocular. Sin embargo, puede producir una serie de síntomas visuales que resulta preciso conocer para su identificación en estadios precoces: