Según la Guía Europea sobre Prevención de la Enfermedad Cardiovascular, es aconsejable que el colesterol total no supere los 190 mg/dl y el colesterol LDL esté por debajo de 115 mg/dl en población general para reducir uno de los riesgos de aparición de enfermedades cardiovasculares. Es necesario distinguir entre dos tipos de colesterol: el LDL («colesterol malo») que circula por la sangre hasta llegar a los tejidos y las células de todo el cuerpo. Si hay un exceso de LDL y no se reduce a tiempo se puede acumular en las paredes de las arterias, llegando a obstruirlas. Y el HDL («colesterol bueno») que es el encargado de retirar el colesterol de la pared arterial y llevarlo al hígado para metabolizarlo.
El exceso de colesterol afecta tanto a hombres como a mujeres. De las 1.855 mediciones realizadas en el marco de la campaña de concienciación «Tu colesterol, más que un número», desarrollada por la Fundación Española del Corazón durante el pasado verano, se desprende que los niveles totales de colesterol obtenidos con la muestra continúan en nuestro país por encima de lo recomendado, una situación que afecta en mayor medida a las mujeres (61%). Además, en ellas, los niveles de colesterol tienden a incrementarse a partir de los 40 y con la menopausia, pero una de cada dos mujeres desconoce sus niveles de colesterol y solo un 45% reconoce que modifica su dieta para evitar su aumento.
Entre los datos, también se observa que el 45% de los participantes de menos de 50 años padece hipercolesterolemia, y que esta prevalencia se incrementa hasta el 69% en caso de los participantes de entre 50 y 64 años. El 44% de los participantes que toman medidas para reducir el colesterol con recomendaciones tienen el colesterol por encima de 190 mg/dl, poniendo así de manifiesto un mal seguimiento de sus niveles de colesterol.
Se ha detectado que la prevalencia de la hipercolesterolemia no detectada es del 59%. Es decir, 6 de cada 10 personas padecen hipercolesterolemia y no lo saben.
