Una piel de aspecto saludable no solo tiene su referente en la tez del rostro, del escote o de las zonas que llevamos a la vista. Otras partes del cuerpo también armonizan nuestra presencia. El aspecto de las piernas trae en jaque a muchos pacientes hombres y mujeres. Las varices de las piernas, médicamente son lesiones producidas por una dilatación o elongación de las venas. Una afección circulatoria que puede mostrarse en diversos grados y que en función de su presencia y/o calibre requerirá estrategias clínicas personalizadas. En el CDE afrontamos el tratamiento de las varices y varículas de las piernas desde una doble perspectiva: salud y estética.

Trabajo en equipo

Cuando un paciente llega al CDE, realizamos una completa historia clínica valorando la patología que presenta. A partir de ese momento, en nuestro centro el tratamiento de la varices y varículas lo planteamos combinando diferentes técnicas de forma coordinada: escleroterapia con espuma o microespuma, flebectomía ambulatoria (FLAM) o Láser Vascular. Esta combinación de técnicas nos permite cumplir el doble objetivo al que nos referíamos antes aunando los resultados médicos y los estéticos. Este trabajo coral es importante porque, por lo general, cuando un paciente presenta varices éstas van acompañadas de varículas o arañas vasculares que igualmente afean el aspecto de sus extremidades inferiores. El paciente es tratado en una misma sesión de las lesiones más profundas y de las más superficiales gracias a esta combinación terapéutica.

Tecnología médica de láser vascular

Como hemos explicado en el CDE disponemos de la tecnología más específica y eficaz para el tratamiento de las varículas (varices de pequeño tamaño). Nos referimos a la plataforma CINERGY MULTIPLEX que combina dos láseres diferentes (Neodimio Yag + Colorante Pulsado). Gracias a sus características técnicas -trabajan a distintas longitudes de onda (1064nm y 595nm)- nos permiten tratar lesiones profundas de la piel y eliminarlas paulatinamente sin lesionar ni dañar la piel circundante. El láser se aplica para acabar con la dilatación venosa mediante la acción de la luz - que se absorbe y se transforma en energía calórica- y ofrece resultados estéticos muy sobresalientes en un medio y largo plazo (entre 6 y 8 meses) con la máxima seguridad para la salud de los pacientes. Su uso debe estar siempre prescrito y controlado por un médico especialista. Como ha quedado antes explicado, dependiendo del calibre del vaso sanguíneo a tratar, puede o no necesitarse terapia combinada.

Esta plataforma es efectiva en vasos de hasta 4 mm de diámetro y evita la aparición del llamado matting telangiectásico. Este efecto secundario que puede aparecer en los tratamientos con espumas esclerosantes en venas de pequeño calibre. Por esta razón en nuestro centro las varículas y arañas vasculares se tratan con esta tecnología. Otras ventajas del empleo del láser son la no existencia de reacciones alérgicas, su uso en pacientes con miedo a la punción con agujas y la posibilidad de tratar a pacientes que tomen anticoagulantes orales o antiagregantes plaquetarios (Simtron, AAS, etc.).

Es importante tener en cuenta, la importancia de empezar en estas fechas los tratamientos con láser. Para poder coagular completamente un vaso sanguíneo en las extremidades inferiores, necesitamos entre 4 y 6 sesiones sobre la misma zona y cada sesión se prescribirá cada 6 semanas. Por esta circunstancia, para poder terminar el tratamiento antes del verano deberíamos empezar las sesiones lo antes posible. Se deben realizar durante el invierno, aprovechando que solemos llevar las piernas tapadas, ya que una de las precauciones a tener en cuenta con el tratamiento es no exponer las piernas al sol. El proceso no requiere ningún tipo de preparación. Simplemente el área no debe haber estado expuesta al sol o cabinas de bronceado durante aproximadamente un mes previo a la realización de la técnica.