Arcturus, la nueva variante del Covid-19 que puede devolvernos a lo peor de la pandemia

La última variante de coronavirus, denominada Arcturus (técnicamente XBB.1.16), está generando preocupación en la comunidad científica debido a la disminución de las tasas de vacunación, rastreo de contactos y pruebas en todo el mundo. Los expertos temen que esta variante pueda convertirse en la cepa dominante y ser más agresiva que sus predecesoras, incluida la subvariante de Omicron.

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Arcturus ha sido identificado en 22 países hasta el momento aunque las autoridades piden no entrar en pánico. Esta variante también presenta un nuevo síntoma raro en niños: la conjuntivitis, que también apareció con Ómicron.

India, en particular, ha experimentado un aumento en las infecciones, registrando 11,109 nuevos casos de Covid-19 esta semana, lo que los científicos atribuyen a la variante Arcturus.

Los síntomas que Arcturus, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica como variante de interés, presenta en adultos son parecidos a los de una gripe común: mucosidad nasal, dolor de garganta y tos.

"Todavía no estamos fuera de peligro"

Lawrence Young, profesor de virología de la Universidad de Warwick, explicó al diario The Independent que esta situación demuestra que "todavía no estamos fuera de peligro" y subrayó la importancia de la vigilancia genómica.

Datos analizados por The Independent revelan que las capacidades de prueba, vacunación y rastreo han disminuido significativamente, dejando a muchos países desprevenidos ante una posible cepa mortal de Covid-19.

Bajan las muertes por coronavirus en la provincia pero suben los nuevos contagios

El proyecto Our World in Data de la Universidad de Oxford indica que en Europa las pruebas cayeron a niveles insignificantes en julio de 2022.

A pesar de que más de cinco mil millones de personas en todo el mundo han sido vacunadas contra el covid, la efectividad de las vacunas disminuye en solo unos meses. Si bien las vacunas de refuerzo ayudan a proteger a grupos específicos como adultos mayores y personas inmunocomprometidas, el 30% de la población mundial (principalmente en el Sur global) aún no ha sido vacunada.