Así lo demuestra un estudio presentado hoy por el instituto de demoscopia Allensbach, por encargo de la ministra de la Familia, la cristianodemócrata Ursula von der Leyen.

De acuerdo con su análisis, un 65 por ciento de los hombres en edad laboral se quedarían "muy a gusto" en casa, atendiendo a sus hijos.

Un 89 por ciento de los hombres encuestados laboralmente activos considera la familia como "lo más importante" de su existencia.

A la inversa, un 64 por ciento de las mujeres consideran que no está suficientemente bien resuelta la compatibilidad entre la vida familiar y la laboral y aspiran a disponer de más facilidades para desarrollar una actividad profesional.

Las mujeres encuestadas aspiran, entre otras cosas, a la extensión en Alemania de la red de escuelas donde los hijos pueden permanecer hasta entrada la tarde -actualmente, las clases terminan al mediodía en la mayoría de los colegios-.

Un 74 por ciento de las mujeres consideran que la vida laboral y la familia serían compatibles, si hubiera garantía de conseguir una plaza en la guardería para todos los solicitantes, mientras que un 65 por ciento aspira a que se implante el modelo de escuela para todo el día.

"Las mujeres, incluso las que tienen hijos pequeños, quieren trabajar. Y los hombres quieren pasar más tiempo con sus hijos", resumió Von der Leyen.

"Alemania llevaba camino de convertirse en una República sin hijos. Esta tendencia pasó", añadió la ministra.

Desde que asumió su ministerio, en 2005, la ministra ha impulsado conceptos destinados a mejorar la red de guarderías de Alemania y ampliar la oferta de escuelas donde se impartan clases hasta entrada la tarde, consciente de que la actual práctica respalda poco a la mujer que quiere trabajar.

Sobre el papel, Von der Leyen no es precisamente el arquetipo de mujer revolucionaria, por ser madre de siete hijos y conservadora, pero al mismo tiempo se la considera exponente de una generación de mujeres que ha querido compaginar el trabajo (es médico) con la familia.

Uno de sus objetivos más controvertidos, por romper con la imagen tradicional que inicialmente se le atribuyó, fue el de triplicar la capacidad en las guarderías infantiles hasta el año 2013, para así posibilitar a la mujer una opción "real" de trabajar si así lo desea.

El tejido de guarderías en Alemania varía sustancialmente en los diversos estados federados alemanes; en el mejor de los casos hay puestos para un escaso cincuenta por ciento de los niños y en el peor para un tres por ciento.

Paralelamente, Von der Leyen ha fomentado las ayudas a los padres que se acogen a la baja de paternidad en Alemania, tras el nacimiento de un hijo, lo que en los dos últimos años ha hecho que se triplicaron el número de hombres que se acogieron a la nueva regulación aprobada por el Gobierno actual de Ángela Merkel.

Según la ministra, actualmente uno de cada seis hombres se acoge a la pausa de dos meses por paternidad contemplada por la ley.