En el 2013, en Ibi, Tibi, Cocentaina y Onil se contabilizaron 67 abandonos y 25 renuncias de perros, de los que se hizo cargo una institución presente desde hace más de 14 años en estas localidades, la Sociedad Protectora de Animales y Ambiental de Ibi.

La iniciativa surgió hace 20 años cuando un grupo de amigos de Ibi decidió reunir en un campo a los animales perdidos o abandonados de las proximidades. Cuando el número de mascotas fue considerable, decidieron solicitar una subvención al Ayuntamiento de la localidad. En pocos años el número de animales aumentó, también los socios que querían contribuir económicamente y los voluntarios que querían ayudar en labores de limpieza y cuidado. Por su labor, el ayuntamiento decidió cederles los terrenos de los que hoy en día disponen para que pudiesen formar un albergue.

El albergue de Ibi acoge en este momento un total de 200 animales (perros y gatos en su mayoría) y se hace cargo de los pueblos más cercanos como Tibi, Onil y Cocentaina. Sin embargo, los encargados son tan sólo 7 voluntarios y 3 trabajadores, por lo que sacar adelante el recinto es un esfuerzo diario considerable.

Su actividad principal es la del cuidado, a todos los niveles, de los animales que viven en el refugio. Desde curarlos si llegan heridos, alimentarlos y darles cobijo, así como procurar que una familia les adopte. Pero mientras esto sucede, o no, procuran que se encuentren lo más confortable posible. Dos aspectos fundamentales en la convivencia de los animales en el albergue son: la prueba de carácter de cada uno de los perros para saber cuales van a ser sus compañeros y así evitar peleas, y el otro es que todos salgan de sus recintos dos veces al día para correr, jugar y hacer ejercicio. Estos puntos son importantes para que puedan sociabilizarse y adaptarse correctamente al centro.

La adopción es el objetivo principal pero no siempre es posible y por eso necesitan muchos recursos. Según afirma María Vicenta Navarro, una de las cuidadoras del albergue: "Nosotros recogemos todo, desde mantitas que la gente ya no quiere, latas de comida, pienso, juguetes, etc. Las personas que colaboran lo hacen con lo que pueden y nosotros se lo agradecemos enormemente". Curiosamente Alemania, es el país extranjero que más perros adopta, y desde allí también les envían alimentos.

Desgraciadamente también parece que la crisis económica está reduciendo el número de adopciones. María Vicenta manifiesta que "Debido a la situación actual algunas personas no pueden permitirse llevar una mascota a casa, pero nosotros les animamos a que vengan a colaborar con nosotros en sus ratos libres". Aquellos que se sientan interesados en conocer a estos adorables animales pueden acercarse al albergue, pero también pueden hacerlo desde su web, dónde encontrarán una foto y una ficha de todos los que tienen alojados allí.

Renuncias

Un fenómeno que desgraciadamente incrementó el pasado año fue el número de renuncias incrementó el pasado año fue el número de renuncias de animales por parte de sus dueños. 25 fue la cifra de mascotas por las que pagaron 120 euros como señal de renuncia y gastos al albergue de Ibi. Las personas que los dejan a cargo del albergue tienen que firmar los papeles y pagar el dinero, para que desde la protectora puedan gestionar una nueva adopción del perro o del gato.

Las causas de las renuncias son muy diversas: los problemas que haya causado el animal, problemas personales o económicos son los más frecuentes. "Preferimos que aunque renuncien a sus perros, los traigan aquí, aunque estemos desbordados, porque no queremos que los dejen en la calle o deambulando por ahí y les pueda pasar algo malo", afirma una de las cuidadoras del albergue.

Razas peligrosas

La protectora de animales de Ibi, se ha especializado en estos últimos años en los perros considerados de raza peligrosa. Y allí han ido llegando incluso de otros albergues de Alicante que no sabían como tratarlos correctamente.

Una de las cuidadoras del albergue, Raquel, es experta en estas razas. Gracias a ella estos perros, que en otros recintos no se atreven a tratarlos, han encontrado su hogar. "Aquí están muy tranquilos y agusto, incluso conviven con otras razas y nunca están solos. Mi compañera Raquel los comprende y estudia su carácter para saber a cuales puede juntar", afirma María Vicenta.

En su extensa y reputada trayectoría la protectora de Ibi ha entregado decenas de animales a nuevas familias que les han proporcionado un hogar y esperan seguir haciéndolo durante muchos años más. Si quieres adoptar o colaborar con ellos, acércate a visitarlos o echa un vistazo a su web para más información: www.protectoradeibi.com