Más allá del caso Pedroche

Más allá de Pedroche: la presión estética en el posparto se ensaña con la salud mental de las madres

"Estas mujeres generan una serie de expectativas que no son realistas", recuerda la comunidad médica

La presentadora ha subido una foto y un vídeo sobre su rápida recuperación postparto.

La presentadora ha subido una foto y un vídeo sobre su rápida recuperación postparto. / Instagram

Olga Pereda / Beatriz Pérez

La adolescencia no es la única etapa de la vida donde la presión estética afecta tanto a las mujeres que acaba provocando problemas de salud mental. Una vez adultas, y después de convertirse en madres, experimentan un periodo especialmente vulnerable en el que es imprescindible el apoyo y el acompañamiento. Sin embargo, alimentada por una industria millonaria, la sociedad actual aplaude la recuperación física instantánea tras el parto y arrincona uno de los aspectos más importantes: la salud emocional y mental.

Un 10% de las mujeres sufre depresión postparto en las tres primeras semanas, advierte una obstetra

Las recientes fotografías de la presentadora Cristina Pedroche luciendo un cuerpo escultural en sus redes sociales a las tres semanas de dar a luz han desatado las

de muchas personas, quienes han recordado que esa no es la realidad de la mayoría de las mujeres y que, además, exhibiciones públicas de este tipo no hacen sino redundar en la presión estética que asuela al colectivo femenino. "Imágenes como estas de las 'influencers' en un periodo tan vulnerable [como es el postparto] es una presión más. Estas mujeres generan una serie de expectativas que la mayoría de las veces no son realistas", subraya Maia Brik, obstetra del Hospital Vall d'Hebron (Barcelona).

Las tres semanas siguientes al parto son un periodo de extrema vulnerabilidad emocional

Brik recuerda que, en el postparto, se producen "grandes cambios" emocionales y físicos. "Se trata de un periodo de mucha vulnerabilidad emocional, sobre todo durante las tres primeras semanas, y el 10% de mujeres sufren depresión postparto. Además, el 40% de las madres presentan disforia postparto: están más tristes, tienen ganas de llorar", explica Brik, quien añade que algunas personas quieren tener "un físico 10 en tres semanas porque es lo que están viendo en las redes".

Aun así, esta obstetra destaca la importancia de los "hábitos de vida saludable" durante y después del embarazo. Durante el postparto, por ejemplo, el ejercicio físico mejora la salud emocional y mental. "Pero es importante hacer una introducción a ese ejercicio de manera gradual", precisa.

Una inversión social

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cinco madres va a padecer un trastorno de salud mental durante el embarazo o el primer año tras el parto. La directora del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal, la psiquiatra Ibone Olza, explica que cuidar psicológicamente a las madres es una cuestión de derechos humanos. Es, además, insiste, una inversión social. “Todo lo que avancemos en cuidados desde el embarazo y en los tres primeros años de vida produce beneficios, no solo para la salud de los bebés y sus madres, donde deja un impacto de por vida, sino para toda la sociedad. Cuidando la salud mental en el embarazo se previene desde la prematuridad hasta futuros problemas de salud física y mental en la descendencia”, asegura.

Sin embargo, la estabilidad psicológica y emocional de las parturientas tiene una grave amenaza en la presión estética y en la recuperación física tras dar a luz. “Un vientre plano. En eso parece que radica el éxito del posparto”, explica Mónica de la Fuente, responsable de la plataforma Madresfera y autora de 'Adiós expectativas, hola realidad'. “Condicionamos el éxito de la maternidad al aspecto físico de la madre”, añade.

Escasa autoestima

El posparto es un momento muy delicado tanto física como emocionalmente y esa presión estética, concluye la divulgadora especializada en crianza y maternidad, “mina la autoestima y aumenta la inseguridad”. Perder peso tras el parto es un proceso muy largo y difícil, además de secundario porque las prioridades son otras. Pero el resultado es que muchas madres se flagelan a diario con frases como “no soy buena madre” o “no me estoy cuidando como debería”. De la Fuente subraya la cantidad de problemas psicológicos que pueden rondar la cabeza de algunas mujeres, como un trastorno de la conducta alimentaria en el embarazo o una depresión posparto. 

“Es normal que Pedroche publique esa foto. Es una persona que vive de su imagen y tiene todo el derecho a hablar de su recuperación”

— Mónica de la Fuente, autora de 'Adiós expectativas, hola realidad'

Pedroche no es la única famosa que ha mostrado un cuerpo espectacular en redes a las pocas semanas de dar a luz. Lo mismo hicieron, en su día, la modelo Eugenia Silva, la actriz Elsa Pataky, la periodista Sara Carbonero o la presentadora Pilar Rubio. Al convertirse en madres, mostraron sus sensacionales y tonificados cuerpos con frases como “los milagros no existen”, la misma expresión que ha usado ahora Pedroche. Todas ellas explicaban que el secreto de la recuperación era cuidarse mucho antes y después del embarazo de la mano del deporte, la electromusculación y los hipopresivos. La receta de Pedroche, que semanas antes había explicado con honestidad y sinceridad sus problemas con la lactancia materna, ha sido “vida saludable, deporte, comida sana y meditación”.

Pedroche "está en su derecho"

“Es normal que Pedroche publique esa foto. Es una persona que vive de su imagen y tiene todo el derecho a hablar de su recuperación”, subraya la responsable de Madresfera. El problema, en su opinión, es que vivimos en una sociedad que practica el culto al cuerpo y al físico. “Hablamos de vientres planos después de parir a tu hijo, pero no de si lloras en la ducha todos los días. Se aplaude la recuperación física en tres semanas, pero no se valora la salud mental en el posparto. Si diéramos a elegir entre salud mental o vientre plano, la mayoría de la gente elegiría lo segundo. El posparto es un momento tan vulnerable que la prioridad debería ser la supervivencia y no la tripa”, destaca.

Muy crítica con la psicología positiva y el mantra de "si quieres, puedes", De La Fuente insiste en que muchas madres sienten el látigo de la presión estética y piensan que si no están bien físicamente es porque no le ponen suficiente energía. Y se pregunta: “¿Qué pasa con el contexto? ¿Qué pasa con las madres solas y sin ayuda? ¿Qué pasa con las mujeres que tienen un nivel socioeconómico bajo? ¿Qué pasa cuando tienes escasos recursos económicos?”.

'Mommy makeover'

Importada por las 'celebrities' de EEUU, los 'mommy makeover' (algo así como el cambio de imagen de las mamás) son una tendencia estética que ya está implantada en España. Se trata de programas que incluyen a nutricionistas, fisioterapeutas, médicos estéticos y cirujanos plásticos. Estos últimos a veces intervienen y a veces no. Si lo hacen, es muchos meses después de dar a luz y sus tratamientos van desde la elevación de mamas hasta la abdominiplastia (para recuperar el vientre plano) o la liposucción (que elimina las células grasas más rebeldes).

La industria tiene un importantísimo nicho de mercado entre las parturientas. No entre todas sino entre las de nivel socioecnómico más elevado, que son las que se lo pueden permitir. De hecho, a nivel internacional, el mercado de los productos para el posparto estaba valorado en 2021 en unos 2.020 millones de euros, con unas perspectivas de crecimiento del 6,5%.

“Vivimos en una sociedad cada vez más individualista. El nutricionista, el entrenador y el psicólogo que necesitas después de dar a luz te lo pagas tú. Y si no te lo puedes pagar, te inunda el sentimiento de culpa porque no estás bien”, concluye De la Fuente.