POBLACIÓN VULNERABLE

La historia de la Unidad Móvil de Cribado que busca a pacientes que tienen hepatitis C y no lo saben

El doctor Pablo Ryan, del Hospital infanta Leonor de Madrid, capitanea desde 2019 un equipo que recorre las comunidades para facilitar el diagnóstico y tratamiento a poblaciones vulnerables

En estos años se han realizado pruebas a cerca de 6.000 personas de colectivos vulnerables y con difícil acceso al sistema sanitario

Un equipo de la unidad móvil.

Un equipo de la unidad móvil. / EP

Nieves Salinas

Su viaje arrancó en Madrid, en 2019. Desde entonces, la Unidad Móvil de Cribado (UMC) que capitanea el doctor Pablo Ryan, infectólogo del Hospital Infanta Leonor de Madrid y profesor de la Universidad Complutense, ha ido ampliando horizonte: Galicia, Asturias, Castilla y León, Valencia, Andalucía y Castilla-La Mancha son otras de sus paradas. El objetivo de la expedición siempre el mismo: facilitar el acceso al diagnóstico y tratamiento de enfermedades infecciosas, como la hepatitis C, a los colectivos vulnerables y con difícil acceso al sistema sanitario. Durante estos años, explica el médico a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, han realizado pruebas a cerca de 6.000 personas, con una edad media de 44 años.

De todas esas personas a quienes se les practicó la prueba, 1.069 (aproximadamente el 16%) presentaron anticuerpos contra la hepatitis C. Un 70% eran varones y un 46%, nacidos fuera de España, detalla el especialista. Dentro de este grupo, 343 personas (el 32%) tenían una infección activa por hepatitis C, lo que indicaba la necesidad de un tratamiento prioritario. Además, se detectó una prevalencia de infección por VIH del 5%. El doctor destaca que la mayoría de las personas examinadas han sido derivadas o acompañadas para recibir el tratamiento adecuado.

Reconocida por la OMS

Pablo Ryan, especializado en medicina interna con más de 15 años de experiencia en VIH, hepatitis virales y otras enfermedades infecciosas, dice que, durante estos años, se ha focalizado la atención en las poblaciones vulnerables, incluyendo usuarios de drogas, migrantes y personas sin hogar. "Este enfoque ha permitido identificar y tratar a individuos que, de otra manera, podrían haber permanecido sin diagnóstico y tratamiento", asegura.

Es una iniciativa pionera en España que cuenta con un equipamiento de diagnóstico único en Europa, y que, en sus inicios, trabajó con los albergues de Madrid, realizando un acercamiento a poblaciones que estaban fuera del circuito de atención social y sanitario. La UMC ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un modelo de buenas prácticas en la lucha para alcanzar los objetivos de eliminación de la hepatitis C a nivel global, resalta su promotor.

El proyecto surgió de una colaboración entre la Unidad de Reducción de Daños de la Cañada Real Galiana en Madrid y la consulta de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Infanta Leonor

El proyecto surgió de una colaboración entre la Unidad de Reducción de Daños de la Cañada Real Galiana en Madrid y la consulta de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Infanta Leonor. Ha contado con el respaldo de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE), una coalición que incluye a siete sociedades científicas y asociaciones de pacientes, entre otros colaboradores, reafirmando su compromiso con la salud pública y el bienestar de las comunidades más desfavorecidas.

Desempeño mi labor profesional en Vallecas, un barrio humilde de Madrid. Por una cuestión de equidad

Doctor Pablo Ryan

"Desempeño mi labor profesional en Vallecas, un barrio humilde de Madrid. Por una cuestión de equidad. Allí, me percaté de la existencia de personas con necesidades especiales que enfrentaban barreras para acceder a los servicios sanitarios, afectando desproporcionadamente a los más vulnerables. Nos esforzamos por adaptarnos a las necesidades de nuestros pacientes. Si no pueden venir a la consulta, nosotros llevamos la consulta hasta ellos, aproximándonos a su entorno. Colaborar con equipos fuera del ámbito hospitalario, como ONGs e instituciones diversas, resulta ser una experiencia sumamente enriquecedora", admite el médico a este diario.

Detección precoz

La actuación de este dispositivo, incide el infectólogo, permite un tratamiento temprano, así como evitar la pérdida de pacientes, y contribuye significativamente a reducir la transmisión comunitaria de estas patologías. Además, las unidades desempeñan un rol crucial en la identificación de áreas, especialmente en grandes urbes, donde se concentran personas con alta prevalencia de estas infecciones y que tienen dificultades para acceder al sistema sanitario.

Es crucial enfocarse más en la búsqueda activa de individuos que tienen hepatitis C y aún no lo saben, señala el infectólogo

En España, con la llegada de los antivirales para la hepatitis C, añade el médico, se realizaron grandes esfuerzos para tratar a todos aquellos pacientes que estaban esperando este tratamiento. Pero el perfil de las personas afectadas por la enfermedad ha cambiado con el tiempo, advierte este especialista.

"Actualmente, es crucial enfocarse más en la búsqueda activa de individuos que tienen hepatitis C y aún no lo saben, así como de aquellos que, a pesar de estar diagnosticados, no pueden acceder al tratamiento debido a diversas barreras, como los usuarios de drogas inyectables, personas sin hogar, o aquellos en entornos de privación de libertad, donde el acceso al sistema de salud puede ser limitado o inexistente", explica el doctor Pablo Ryan.

Reducción de daños

Las unidades móviles de cribado buscan y se acercan a estas poblaciones, realizando "intervenciones sin prejuicios y de baja exigencia". Su equipo, compuesto por profesionales experimentados, "acompaña al usuario durante todo el proceso, enfatizando la empatía y la confianza, que son fundamentales tanto para la curación como para la educación en prevención y reducción de daños. Además, llevan a cabo un enfoque sociosanitario integral, conectando a los usuarios con redes de salud mental, adicciones y sanitarias".

Lo que distingue a estos dispositivos es su capacidad para realizar pruebas de PCR en la calle, utilizando tecnología avanzada

Lo que distingue a estos dispositivos, realza, es su capacidad para realizar pruebas de PCR en la calle, utilizando tecnología avanzada que permite diagnosticar infecciones activas, y añade que, "esto es crucial para identificar rápidamente a aquellos pacientes que necesitan ser derivados a un hospital para tratamiento". Además, no solo son una herramienta para el diagnóstico y tratamiento, sino "también un puente crucial para superar las desigualdades en el acceso a la atención sanitaria y lograr una cobertura más integral y equitativa en el cuidado de la salud", asegura.

El doctor Ryan indica que este tipo de unidades han demostrado ser "una herramienta efectiva y necesaria en el abordaje de la hepatitis C, especialmente en poblaciones marginales y considera "necesario y urgente" que las instituciones públicas, incluyendo consejerías y ayuntamientos, las financien "para asegurar su autonomía y alineación" con los objetivos de salud pública.

"La dependencia actual de fondos privados limita su capacidad para servir efectivamente a las poblaciones vulnerables. Una inversión pública robusta garantizará un acceso más amplio y equitativo a los servicios de salud, esencial para el bienestar de nuestra comunidad", afirma. Actualmente, la UMC recibe apoyo de una variedad de organismos y entidades, como ayuntamientos, especialmente a través de sus grupos sociosanitarios y de adicciones.