Salud sexual

"La mutilación genital cambia tu infancia y te marca ya de por vida"

La unidad especializada del Hospital Peset ha atendido a 146 mujeres y ha realizado 43 reconstrucciones desde su apertura en junio del año 2016

Asha Ismil (Save Girl Save Generation) y Aminata Soucko, de Farmamundi, ríen juntas.

Asha Ismil (Save Girl Save Generation) y Aminata Soucko, de Farmamundi, ríen juntas. / FRANCISCO CALABUIG

Mónica Ros

Nacieron a 5.000 kilómetros de distancia con 20 años de diferencia, pero sus vidas son casi idénticas en tres aspectos: las mutilaron siendo niñas, acordaron para ellas un matrimonio forzoso y cuando parieron una niña tuvieron claro que su lucha sería que esa criatura recién nacida no pasara lo mismo que ellas. No hubo mutilación genital femenina para sus hijas y hoy trabajan para que no la sufra ninguna otra niña o mujer. Y ríen. Ya les tocaba. Porque llorar han llorado demasiado.

Han pasado muchos estas dos mujeres. Asha Ismil, de 56 años, natural de Kenia, es la voz de Save a Girl Save a Generation. No está elegido al azar el nombre de la organización que preside. Que su hija y sus nietas, de 8 y 6 años, vean lo que a ella le ocurrió como pasado, como historia, y sintiéndose a salvo es sinónimo de los logros alcanzados tras años de lucha y activismo. A su lado está Aminata Soucko, de Red Aminata, agente de salud de Farmamundi y colaboradora del servicio de la Unidad de referencia para la reconstrucción quirúrgica de mujeres con mutilación genital femenina del Hospital Doctor Peset. Desde su puesta en funcionamiento en junio del 2016, ha atendido a 147 mujeres y ha realizado 43 reconstrucciones quirúrgicas.

"Ojalá encontráramos espacios para hablar de esta realidad, concienciar y luchar contra ella", explican. El día internacional que se conmemora hoy les da protagonismo y quieren que, ya que sólo ocupan la agenda mediática un día, el mensaje llegue. Y llegue bien. De entrada dan dos apuntes: "Por favor, evitad imágenes de cuchillas y cosas similar, y la palabra ablación. Hay que llamar a las cosas por su nombre: Mutilación Genital Femenina", explica Asha. Hecho.

Emplearemos el acrónimo MGF. "Es importante destacar que la MGF consiste en cualquier procedimiento que suponga la extirpación parcial o total de los genitales externos femeninos u otro tipo de lesión por motivos no médicos, y conlleva graves consecuencias para la salud sexual y reproductiva, además de dolor, conmoción, fiebre, hemorragias. La sociedad debe tomar conciencia", explica Asha. Ella fue mutilada con 5 años. Lo recuerda perfectamente. El trauma perdura. Los detalles no son necesarios. "Tu infancia cambia por completo, te marcan de por vida", explica. Ella, igual que Aminata, sufrió al MGF tipo III, la más agresiva de todas. Cuando nació su hija, Hayat, lo tuvo claro. "Pensé ‘no la voy a tocar’. Contárselo a mi hermana me dio fuerza y ella me apoyó", explica la mujer.

A Asha la apoyó su hermana, pero a Aminata la repudió su familia por divorciarse de un maltratador. "Soy de Mali y en mi país se hace en la primera semana de vida. Cuando volví de visita con mi hija, allí estaban mi madre y mi abuela preparadas para hacérsela. Me negué. Nadie tocaría a Aisa. Lo entienden como pulcritud. Lo contrario significa el rechazo", explica Aminata. "Conseguí que no mutilaran a mis sobrinas. La mayor ahí está, entera y perfecta, sola y sin marido. La pequeña ha ido ella sola a mutilarse, ya de adolescente porque las otras niñas la rechazaban y quería sentirse ‘igual’ al resto. Queda tanto por hacer", explica ante una lucha que no puede quedarse en reivindicación de un día.

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