La Audiencia de Alicante sentó ayer en el banquillo a una red de narcos que usaba a dos pescadores en Xàbia para sacar fardos de hachís del fondo del mar. Entre los ocho acusados, se encontraban dos a los que se les imputaba el robo de uno de los fardos para intentar venderlo. Los procesados aceptaron penas que oscilan entre los dos y los cuatro años de prisión tras la conformidad alcanzada entre la Fiscalía y las defensas. Uno de los implicados no pudo ser juzgado, precisamente uno de los detenidos por el robo de la droga, por hallarse fugado de la Justicia.
Los hechos se remontan al 28 de agosto de 2009 cuando los dos pescadores acusados, más un tercero ya fallecido, recogieron con sus aparejos fardos de hachís del fondo del mar, una actividad que solían hacer con frecuencia. Ambos aceptaron ayer una pena de tres años de prisión. Uno de ellos aseguró que estaba acosado por las deudas y que se metió en las drogas para poder financiarse la compra de cocaína. Su abogado defensor, Joaquín de Lacy, planteó que este acusado colaboró con la Guardia Civil en la investigación y que hay dilaciones indebidas en la causa por lo que debería ser condenado a nueve meses.
En cuanto al robo de la droga, sólo uno de los dos acusados pudo sentarse en el banquillo, ya que el otro está declarado en rebeldía. Según la fiscal, ambos vieron cómo los pescadores metían el fardo en un coche. Al saber que los tripulantes del barco se dedicaban a recoger fardos del mar, rompieron la luna trasera del coche para llevarse el paquete, de 32 kilos de peso. La Guardia Civil les sorprendió a ambos cargando con la droga en una calle cercana al puerto. La fiscal pide un año por el robo y tres años por un delito contra la salud pública porque la intención de éstos era vender la droga.
En el banquillo se sentaban otros cuatro miembros de la red que se encargaban de la venta de cocaína, marihuana y hachís al menudeo.
