La mujer de 74 años acusada de haber matado a cuchilladas en Alcoy a su esposo de 81 con demencia senil aceptó ayer una condena de 16 años y seis meses de prisión por asesinato por estos hechos, según confirmaron a este diario fuentes judiciales. El juicio debería haberse celebrado en dos semanas por un jurado popular en la Audiencia Provincial, pero ya no será necesario al haberse cerrado ayer un acuerdo entre la Fiscalía y la defensa. La rebaja apenas ha sido de un año y medio de cárcel respecto a lo que se solicitaba inicialmente.
A pesar de su edad y de su estado de salud, la acusada se encuentra en prisión preventiva desde su arresto a raíz de estos hechos en julio de 2014. Los propios familiares han venido reclamando su puesta en libertad, pero hasta la fecha todas las peticiones han sido denegadas.
Los hechos ocurrieron la mañana del 3 de julio de 2014 en la vivienda del matrimonio. El hombre padecía demencia senil y permanecía atado de pies y manos en la cama en estado terminal. La Fiscalía sostiene que la acusada le había suministrado ansiolíticos y un analgésico y que se aprovechó del estado de especial vulnerabilidad en el que se encontraba su esposo para apuñalarle con un cuchillo de más de diez centímetros de hoja. La víctima recibió hasta 19 puñaladas, todas ellas en la zona del corazón, circunstancia que para el ministerio público acreditaría el ánimo de acabar con la vida de su marido. Una de ellas le perforó el ventrículo derecho y ésta fue la determinante para acabar con su vida, según determinaron los forenses al practicar la autopsia.
Los investigadores estiman que las cuchilladas se produjeron entre las 10.45 y las 13.50 horas de esa mañana, momento en que la nuera del matrimonio halló los cuerpos de la pareja. La mujer habría tratado de suicidarse tomando pastillas después de acuchillar a su esposo. La víctima falleció a las 22.40 horas de ese día en el Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy ante la gravedad de las heridas sufridas.
Al entender el ministerio público que se trataba de un crimen «brutal», según dice en su escrito, y que la víctima no tuvo posibilidad alguna de defensa, la mujer está acusada de un delito de asesinato. La imputada había reconocido durante la investigación que cometió el crimen porque pretendía suicidarse y ya no iba a poder seguir cuidando de su esposo. Fuentes cercanas al caso apuntaron a que el proceso de demencia senil del marido se encontraba ya muy avanzado y que probablemente hubiera fallecido pocos días después por causas naturales.
Ni la edad, ni el delicado estado de salud de la acusada han servido para dejarla en libertad. La mujer se encuentra en prisión desde que ocurrieron los hechos, aunque prácticamente ha estado hospitalizada durante este periodo de reclusión. La familia ha reclamado la puesta en libertad de la mujer de 74 años, alegando precisamente el estado de salud.
