La sección primera de la Audiencia Provincial de Alicante ha impuesto una pena de cuatro años de cárcel y cinco años de alejamiento a un hombre que acuchilló a su mujer mientras dormía en el domicilio que ambos compartían en Villena.

Los magistrados consideran a este hombre autor de un delito de lesiones pero no de intento de asesinato, como mantenía la fiscalía, porque las lesiones que provocó a la víctima "no llegaron a constituir un riesgo vital para ella" y tampoco ha quedado acreditado que hubiera una reiteración de puñaladas.

Según se recoge en la sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, los hechos ocurrieron durante la medianoche del 20 de agosto del pasado año, cuando el acusado, J.C.F., entró con sigilo en el dormitorio conyugal y apuñaló a su pareja, que se encontraba durmiendo, tumbada boca abajo, con un cuchillo de grandes dimensiones.

El agresor le clavó el arma en la zona inguinal, lo que provocó a la víctima distintas hemorragias en el muslo derecho y la vagina, de las que tardó en curar 12 días.

Toda la secuencia fue presenciada por un hijo de la pareja que logró arrebatarle el cuchillo a su padre, según recoge la sentencia de la Audiencia de Alicante.

Durante el juicio, celebrado el pasado 3 de julio, J.C.F. declaró que solo pretendía cortar a su compañera con el cuchillo para "intimidarla" después de que ella le hubiera amenazado con denunciarle y le pidiera que se fuera de casa.

El tribunal considera que no puede afirmarse, "ni por la localización de las lesiones ni por sus características", que el procesado "persiguiera como resultado la muerte de su mujer", por lo que no puede condenarle por asesinato ni homicidio en grado de tentativa.

"La región anatómica elegida por el acusado para la agresión no aloja órganos esencialmente vitales, señalan los magistrados, a pesar de que una forense determinó que la mujer "corrió el riesgo de desangrarse y sufrir un fallo multiorgánico" al verse afectada una arteria.

La sala se decanta por la opinión de otros dos médicos que intervinieron en el juicio como peritos de la defensa, según los cuales las arterias localizadas en la vagina "son arterias terminales de escaso calibre" y las heridas, por tanto, no pusieron en riesgo la vida de la mujer, ya que la hemorragia podía taponarse con compresas e incluso había comenzado a coagular espontáneamente.