Siete puñaladas. Esa fue la respuesta de un hombre a otro que le debía dinero en Alicante y le dio una bofetada durante una discusión por la deuda, momento en que sacó una navaja y le apuñaló repetidas veces. El acusado del apuñalamiento, ocurrido en mayo de 2016, se declaró ayer culpable de la agresión en el juicio celebrado en la Audiencia de Alicante, por lo que la Fiscalía rebajó de siete a seis años de prisión la petición de condena.

El abogado Vicente Pérez Benito, defensor del acusado de la tentativa de homicidio, planteó al tribunal penas de 5 o 3 años de prisión al entender que concurren las circunstancias atenuantes de drogadicción, legítima defensa, arrebato, confesión y colaboración con la justicia.

En el juicio celebrado en la Sección Segunda prestaron declaración el acusado, un amigo y el policía instructor de las diligencias, ya que la víctima falleció al año siguiente de la agresión por causas ajenas al apuñalamiento.

Los hechos objeto de la acusación de la Fiscalía que reconoció el acusado ocurrieron la noche del 21 de mayo de 2016 en el parque del barrio de San Blas en Alicante. El procesado envió a un amigo un mensaje a través de WhatsApp en el que le decía que estaba harto y que había quedado con una persona que le debía dinero. Le indicaba que «iba a ir con un cuchillo y por sus muertos que lo iba a apuñalar», según el fiscal.

El amigo del acusado precisó ayer que en el mensaje le indicaba que llevaba varios días recibiendo amenazas de muerte por parte del que luego resultó apuñalado y que no aguantaba más.

Acusado y víctima acudieron al punto de encuentro en el parque de San Blas para aclarar el asunto de la deuda, entre 10 y 200 euros, según los diferentes testimonios de los implicados. Una vez estuvieron frente a frente iniciaron una fuerte discusión en el transcurso de la cual el hombre que tenía la deuda golpeó en el rostro al procesado. El agredido -que según su amigo recibió una «bofetada» - reaccionó de forma agresiva y sacó una navaja. La abrió y comenzó a apuñalar al hombre con la intención de matarlo, según la Fiscalía. Tras apuñalarle varias veces la víctima cayó al suelo y aún siguió acuchillándole.

Tras el apuñalamiento se dio a la fuga y se deshizo de la navaja, arma blanca que no pudo ser localizada después de que el autor del homicidio frustrado se entregara horas más tarde a la Policía Nacional.

El herido fue atendido por el SAMU y evacuado al Hospital General. Por su parte, la Policía localizó en el lugar de la pelea una navaja de pequeñas dimensiones propiedad del herido y que no llegó a esgrimir en la disputa.

Afectado por las drogas

Además de reconocer los hechos y no conformarse con la pena pedida por el fiscal, el acusado aseguró en su declaración que el día del suceso había consumido mucha droga y recordó que se entregó a la Policía y facilitó las prendas de vestir que llevaba, ropa que aún tenía restos de sangre de la víctima.

De las atenuantes planteadas por la defensa, el fiscal solo admitió la de confesión. Por contra, rechazó la de arrebato porque el acusado quedó con la víctima para discutir y la de drogadicción porque no pidió ser reconocido por un médico al ser detenido.

Además, descarta el Ministerio Público la legítima defensa y considera que fue una respuesta desproporcionada el hecho de asestarle siete puñaladas, varias de ellas en el suelo, por un bofetón que le propinó la víctima.