La prisión de Fontcalent es una de las cárceles que más movimientos de presos registra en el país -más de 4.000 entre altas y bajas durante 2019- y aún así los problemas de falta de personal continúan y empeorarán en el presente año. Así lo denunció ayer el sindicato ACAIP-UGT en un comunicado donde afirma que la cárcel de Fontcalent registró el pasado año 2.081 ingresos de presos, lo que supone un incremento del 5,4% respecto a 2018.

El centro penitenciario alberga a 850 internos pero el pasado año se llegó a alcanzar la cifra de 920 reclusos, lo que supone un 185% por encima de su ocupación, según ACAIP-UGT.

El sindicato asegura que los datos oficiales distan mucho de la realidad y afirma que Fontcalent necesita una actualización urgente de su relación de puestos de trabajo, ya que no se ha revisado a pesar de haberse añadido unidades y servicios, como el Centro de Inserción Social inaugurado en 2006, el Servicio de Gestión y Medidas Alternativas y en breve la Unidad de Madres. ACAIP-UGT denuncia que todos estos servicios nuevos se han creado sin dotar al centro de personal adicional, por lo que tienen que detraerlo de otros servicios.

Asimismo, a la falta de personal en el área de vigilancia y el asistencial en la de tratamiento se suma el déficit en trabajadores sanitarios, hasta el punto de que este año el centro puede ver reducido su número de médicos de 7 a sólo 2.

Por otro lado, ACAIP-UGT denuncia que la dirección de Fontcalent ha realizado unos ajustes que reducen la capacidad de internos en la prisión, ya que señalan que se ha trasladado el módulo de mujeres a dos módulos residenciales que se habían reformado originariamente para albergar a hombres. Dicho cambio pretende ganar personal de vigilancia pero el sindicato afirma que no soluciona el problema porque «se atienden dos módulos residenciales con el mismo personal que anteriormente vigilaba uno solo», lo que ya ha provocado incidentes graves con trabajadoras agredidas.

Este cambio del antiguo módulo de mujeres ha eliminado, a juicio de ACAIP-UGT, la posibilidad de ampliar las opciones de separación interior de los reclusos y los profesionales se ha quedado casi sin opciones de ubicar a los internos con criterios de oportunidad.